El viernes 19 de febrero, 'Got Talent España' emitió su sexta ronda de audiciones, en la que Risto Mejide, Edurne y Dani Martínez recibieron y valoraron a nuevos concursantes. Entre ellos, se encontraba Pavel Bertini, un hombre que había tenido que cambiar su vocación por el circo para trabajar de pizzero, después del cierre de los circos a causa del Covid-19.
Pavel, durante su paso por 'Got Talent 6'
Bertini se presentó al formato de Telecinco, donde reconoció que era "una gran oportunidad para volver a hacer lo que amo". "El circo es un trabajo cultural, fuimos uno de los primeros espectáculos en cerrar y seremos uno de los últimos en abrir por el problema del Covid", declaró el concursante, sobre el escenario, tras lo cual señaló que "por eso tuve que cambiar de trabajo para poder seguir con la vida, con tres hijos". "La pandemia ha supuesto un cambio de vida total. De pasar de actuar en el circo haciendo monociclo, patines, trapecios, he pasado a repartir pizzas", declaró Pavel quien, tras su actuación, confesó que él era parte de la "tercera generación" dedicada al circo de su familia, y "ya está llegando la cuarta", representada por "mi hija pequeña de seis años".
Dicha situación que se le habría hecho muy difícil, dado que "no es una cosa que a ti te apasiona". "Es lo que he tenido que hacer, porque tengo familia numerosa", explicó el concursante, quien relató cómo, "con un poquito de ahorros, hemos aguantado y, cuando se calmó un poco la cosa, empezamos a buscar trabajo. Por suerte, conseguí encontrar uno". "Lo estamos pasando mal, la verdad", concluyó Bertini, antes de demostrar su talento sobre el escenario, con los monociclos, no solo realizando distintos movimientos arriesgados, sino también cambiando de un monociclo a otro más elevado. Un cambio que generó mucha tensión e incluso algún que otro grito entre los presentes, dado que Pavel estuvo muy cerca de perder el equilibrio y caerse del escenario.
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Una pasión desde la niñez
"Creo que el tío ha sacado toda la frustración por estar tantos meses sin poder hacer lo que es su pasión", opinó Santi Millán, cuando concluyó el número, tras el cual Martínez bromeó con la posibilidad de llamar a Pavel al día siguiente "para que me traigas una pizza, porque supongo que lo harás así", para después destacar el "mucho riesgo" que había demostrado durante "los cambios de monociclo". "Imagino que, cuando aprendiste esto, alguna que otra caída había. He sufrido y lo he pasado muy mal y me alegro de que saliera bien", declaró por su parte Edurne, ante lo que Pavel señaló que había estado practicando desde niño. En el turno de Risto, el juez destacó que era un número "muy circense", aunque matizó la importancia de que "se tiene que escalar bien 'el más difícil todavía'". "Ese último cambio tenías que haberlo hecho delante de todos. Si lo veo aquí, sufro como con los otros", opinó el barcelonés, quien por eso otorgó un "no" al concursante, al contrario que sus dos compañeros.