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El estatus de serie de culto ha acompañado a 'Peaky Blinders' desde que presenciáramos los primeros paseos de Thomas Shelby a caballo al ritmo de Nick Cave en 2013. La primera temporada sentó las bases de este estilizado universo creado por Steven Knight, que ha sido capaz de expandir su obra año tras año, incorporando nuevos conflictos personales, morales y nacionales. Tal ha sido la ambición demostrada por la serie que BBC ha estrenado su quinta temporada en BBC One, su canal principal, y no tiene motivos para arrepentirse de esa decisión.
Cillian Murphy en 'Peaky Blinders'
La emisión del mismo ha tenido lugar en el prime time del domingo 25 de agosto. En esa franja, como indica Deadline, 'Peaky Blinders' ha promediado 3,7 millones de espectadores, firmando un 22,8% de share y alcanzando picos de 4 millones de espectadores. De esta manera, el debut de la quinta temporada se ha impuesto sin problemas (e impulsado por el paso a la cadena principal) al de sus predecesoras, ya que, hasta el momento, el máximo había sido marcado por el episodio piloto, que congregó a 2,4 millones de televidentes en BBC Two.
Un pie en la política y otro en la violencia callejera
A diferencia de las temporadas previas, en las que los Shelby tenían claro quiénes serían sus inmediatos enemigos (de Billy Kimber a Luca Changretta), en la quinta entrega no se ha mostrado ese antagonismo de una manera tan evidente. No obstante, sí que se ha presentado a uno de los personajes que más impacto tendrán en Tommy, Oswald Mosley (Sam Claflin), un político con el que comparte espacio de trabajo y cuya visión del futuro de Reino Unido podría tener un impacto brutal. En España tendremos que esperar algo más para ver el regreso de los gangsters de Birmingham, ya que Netflix pondrá a disposición de sus usuarios todos los nuevos episodios el 4 de octubre.
