Los concursantes de 'Operación Triunfo 2020' han disipado todas las dudas sobre su naturalidad en su regreso a la Academia tras haber estado dos meses en sus casas y haber tenido acceso a la opinión de la gente sobre ellos. Entre todas las anécdotas y chascarrillos que han compartido desde que se volvió a abrir el Canal 24 Horas, Nia se llevó el premio gordo este domingo por contar a sus compañeros la tormentosa anécdota que vivió cuando decidió meterse una pelota de ping-pong en el interior de su vagina.
Nia cuenta a sus compañeros que se metió una pelota de ping-pong en la vagina
Todos estaban reunidos en el salón cuando la canaria dio un potente titular que dejó a sus compañeros con la boca abierta: "Me metí una pelota de ping-pong y se me quedó dentro". Aunque riendo, aseguró que la historia casi acaba en las urgencias de un hospital de Asia. "Estábamos jugando Kiko y yo en Tailandia a escupir la pelota y, como no encontraba las bolas chinas, cogí una pelota de ping-pong", aclaró, haciendo referencia a la práctica viral de propulsar una pelota haciendo fuerza con la vagina.
"Estaba jugando con la pelota, la tenía en la mano y, de repente, se me metió", continuó, mientras los demás escuchaban anonadados: "Intentaba sacarla con los dedos y no había manera, yo ya histérica, Kiko diciéndome que me ayudaba, yo no le quería dejar". La desesperación llegó a tal punto que Nia decidió pasar a la acción. "Me puse a cuclillas en el suelo y me meé y todo a ver si conseguía relajarme, y no salía", narró ante una Anaju que no podía parar de reír.
Dos cucharas, la solución a sus problemas
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"Al final cogí una cuchara sopera y una pequeña e hice fuerza hacia abajo", indicó, reproduciendo ante los demás la postura a cuclillas que adoptó en el baño de aquel hotel. "Pero eso tiene que salir fácil", opinaba Maialen. "No, tú no sabes la fuerza que tenemos ahí abajo. Flipas. No lo intentes porque te digo que no sale", le aconsejaba Nia. La navarra, por su parte, aseguraba que ella era capaz de subir y bajar su copa menstrual haciendo fuerza con el suelo pélvico. "Estoy flipando", pronunciaba escuetamente Flavio. "¡Yo no me he metido nada raro!", se desmarcaba Eva.