La relación entre los medios de comunicación occidentales y algunos países siguen siendo bastante tensas. El periodista Suleiman al Jalidi, trabajador de la agencia británica Reuters, fue deportado por las autoridades libanesas horas después de aterrizar en el aeropuerto de Beirut. De hecho, los agentes del lugar llegaron a pedirle que entregase el ordenador portátil y el móvil de empresa.
Explosión en Beirut (Líbano)
A consecuencia de estos acontecimientos, la agencia de noticias decidió ponerse en contacto con la Dirección General de Seguridad y pedir explicaciones ante la detención: "La prohibición de entrada al Líbano es una decisión puramente soberana del Estado libanés y no tiene relación con su trabajo o profesión", aseguraron desde el país mediterráneo.
Los hechos se remontan al jueves 2 de septiembre y tan solo un día después, Reuters se dispuso a denunciar la situación. Suleiman al Jalidi tuvo que pasar la noche en un centro de deportación al negarse a aceptar las exigencias de las autoridades y fue enviado en un vuelo a Jordania, país desde donde voló a Líbano y donde tiene su nacionalidad.
Lo más leído
La respuesta de Reuters
La agencia Reuters comunicó que seguirían solicitando información sobre los agentes en cuestión para así poder esclarecer las circunstancias y la motivación real para no dejar acceder a territorio libanés al periodista: "No han proporcionado ninguna explicación por su actuación", aseguraron en un comunicado.