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El jueves 18 de marzo, 'La isla de las tentaciones' emitió una nueva entrega antes de las hogueras finales, en la que se pudo ver el esperado encuentro entre Isaac Torres y Jesús Sánchez. Un cara a cara que arrancó envuelto en una gran tensión ante la actitud arrogante con la que llegó Lobo, algo que los compañeros del sevillano no dudaron en reprochárselo. De hecho, el soltero se lanzó incluso a hacer un descarado baile, ante el cual Diego James Lover lo calificó de "payaso" nada más empezar.
Jesús e Isaac, frente a frente en 'La isla de las tentaciones'
"¿Se ha arrepentido en algún momento?", quiso saber entonces Sánchez, quien recibió un "no" como contestación, algo que confesó que se creía, dado que "entraba en mis cálculos. Es otro pasito más". "Se habrá descubierto una Marina nueva aquí o estaba engañado", manifestó Jesús, a la hora de valorar el comportamiento de su pareja. "Creo que ella siempre ha sido así, pero tú no la dejabas ser", intervino Isaac, tajante. "¿Te ves fuera de aquí con ella?", planteó Jesús, como última pregunta de la hoguera. "Por supuesto que sí", contestó Torres, antes de lanzar, con cierta sorna, que "te invitaremos a Barcelona". "No puedo decir que esté enamorado, lógicamente, en tan pocos días, pero sí que siento esa atracción, esa llama", reconocía el soltero, para después señalar que "tenemos muchísimas cosas también, así que fuera vamos a seguir conociéndonos".
"Aúlla mucho, pero muerde poco"
En ese momento, Diego intervino para recordar la conversación de Isaac con Lucía, ante quien reconocía que Marina ya le había cansado "en tres días". "En tres días fue cuando se la quité", replicó Isaac, devolviendo la pulla. "Y qué peso me quitaste", comentó Jesús, mientras sus compañeros insistían en que el soltero ya no tenía interés alguno en la sevillana. "No sabes el contexto de la conversación, ella sí. Ahora lo sabe perfectamente", desveló Torres, dado que aquella conversación la pudo ver la propia Marina, tras lo cual abandonó el lugar. "Aúlla mucho, pero muerde poco. Me lo ha demostrado. Me ha quitado la mirada varias veces y yo no se la quitaría a una presa sabiendo que voy a perder", valoró Jesús, una vez concluido el encuentro, antes de añadir que "el Lobo para mí es un perrito". "Estoy rabioso, con mucha ira por dentro. Las personas que no son puras y leales no las quiero en mi vida", reconocía el sevillano tiempo después.