HBO es la principal culpable de que hoy en día tengamos una ficción televisiva competitiva y de elevada calidad. Tras romper los moldes con 'Los Soprano' o 'The Wire' e instaurar una nueva era dorada de las series, la cadena de pago afrontaba en la segunda década del siglo XXI el complejo objetivo de brindar proyectos a la altura de las expectativas depositadas en ellos. Las primeras en llegar fueron las excelentes 'Treme' y 'Boardwalk Empire', en la línea de los títulos citados previamente, pero un año más tarde, en 2011, descubriríamos el gran plan de futuro de la plataforma.
'Juego de Tronos' estrenó su episodio piloto en los albores de la primavera de 2011. Suponía la incursión de HBO en el subgénero de la épica medieval de alto contenido fantástico. Una apuesta potenciada por el abrumador éxito previo de "El Señor de los Anillos", que temporada tras temporada ha conseguido colocarse en el mismo escalón de crítica y público que la trilogía de Peter Jackson. Desde su estreno, hemos vivido tantos giros y cambios que puede resultar complicado rememorar los orígenes de la serie basada en la obra de George R.R. Martin, así que para recordarla como es debido hemos recuperado los momentos más destacados o influyentes de la entrega inicial, que sirvió de puerta de entrada a un fascinante universo.
El florecimiento de los caminantes
El "cuervo" huye despavorido
Desde su primerísima escena, 'Juego de Tronos' ya avisaba de la amenaza de los Caminantes Blancos. En esa secuencia inaugural, cruzábamos un túnel y descubríamos la masiva extensión del Muro, mientras varios integrantes de la Guardia de la Noche se adentraban en territorio salvaje. Tras encontrarse con un reguero de cadáveres, dispuestos de manera ordenada sobre la nieve, uno de los exploradores trataba de avisar a sus compañeros, que eran asesinados por aquellos cuerpos aparentemente inertes. Al superviviente se le daba la oportunidad de regresar al otro lado del Muro, donde sería ejecutado por Ned Stark por quebrantar sus responsabilidades. En aquel momento éramos jóvenes e inocentes y no le dimos mayor importancia a este arranque, pero con la perspectiva de los años ha demostrado ser una declaración de intenciones.
El consejo al bastardo
Charla entre incomprendidos
El primer episodio de la serie nos dejó otro momento que podía pasar desapercibido, porque no fue más que una breve y tensa conversación. Sus interlocutores, Jon y Tyrion, que poco después viajarían juntos a Castle Black, podían reconocer ante sí a un igual. Un bastardo y un enano, apartados siempre de la foto familiar -si hubieran existido cámaras por aquel entonces-, frente a frente. El Lannister, con mayor bagaje de burlas a la espalda, le dio el mejor consejo posible al bastardo de Ned Stark: debía utilizar ese estigma como una armadura. Y a lo largo de su accidentado viaje, Jon no iba a tardar en reconocer la importancia de esa enseñanza.
La caída al vacío
El empujón con el que empezó todo
Tras congregar a buena parte del plantel de protagonistas en Invernalia, 'Juego de Tronos' hizo alarde de su habilidad para sorprender al espectador al final de su episodio piloto. El intrépido Bran, desatendiendo el aviso de su madre, decidió trepar la torre que estaba albergando un acto de incesto que no tardaría en normalizarse con el paso de los capítulos y las temporadas. En ese recóndito espacio, Cersei y Jaime Lannister estaban ejecutando su método para concebir herederos ilegítimos al trono. Al descubrir la atenta mirada del Stark, Jaime le empujó al vacío. Bran caía así sobre el espectador para avisarnos de que no podíamos cogerle cariño a nadie y para comenzar a quebrar la estabilidad de las grandes casas de Poniente.
La rabieta del príncipe
Arya amenaza a Joffrey
Por si no había quedado claro durante su visita a Invernalia, Joffrey no tardó en demostrar que era un capullo integral. En un lamentable intento por impresionar a su teórica prometida, Sansa, el príncipe intentó salvar a Arya de una amenaza que no era tal. La Stark más guerrera estaba practicando sus habilidades con la espada en la ribera del río junto al hijo del carnicero, que sería condenado a muerte después de que Joffrey protagonizara un momento tremendamente ridículo, que evidenciaba su actitud de niño mimado y cruel, su temperamento de mecha corta y su incompetencia como líder. Además, este enfrentamiento sirvió para marcar una mayor distancia entre Sansa y Arya, dos hermanas con objetivos diametralmente opuestos.
La corona dorada
Viserys cumple su sueño
Si hablamos de pretendientes incompetentes al trono, Viserys Targaryen se lleva la palma. El hijo de Aeris Targaryen, el Rey Loco cuya familia fue masacrada al término de la rebelión de Robert Baratheon, sufrió en sus carnes la metáfora visual más impactante de la primera temporada. La obsesión de Viserys era regresar a Poniente para reinstaurar la dinastía Targaryen. Ante la falta de aliados prestos a unirse a su causa, el joven entregaba a su hermana Daenerys al líder de los dothraki, una tribu nómada y salvaje. No obstante, lo que parecía una inversión de futuro inmejorable se volvió en su contra, ya que Daenerys demostró con el paso de los episodios que el poder corría por sus venas, mientras que su hermano no era más que un necio cegado por un ansia que acabaría con él. Cansado de las gilipolleces de su cuñado, Khal Drogo procedió a verter oro fundido sobre la cabeza de Viserys, coronándole de muerte para brindarnos una estampa inolvidable y brillante.
La muerte del no muerto
El enfremiento entre la vida y la muerte
Tras prestar juramento para convertirse en miembro de la Guardia de la Noche, Jon fue elegido a dedo por el Lord Comandante Jeor Mormont para ser su asistente personal. De esa manera, tomaba al bastardo como su protegido y pupilo, al reconocer en él las virtudes de un líder magnánimo y de corazón puro. Este privilegio alejaba a Jon de su mayor virtud, el combate, pero sería una experiencia vital para su desarrollo como uno de los pocos héroes al uso de la serie. En uno de esos momentos heroicos, Jon se veía obligado a luchar contra uno de sus antiguos compañeros, cuyo cadáver había regresado sin vida tras fracasar su expedición al otro lado del Muro. Ese cuerpo inerte recuperó el vigor para empotrar al bastardo contra la pared, aunque Jon no tardaría en imponerse y salir victorioso. Así arrancaban su batalla personal contra los no muertos y su estatus de leyenda.
La traición al "traidor"
La ejecución de un hombre noble
Imitando la estrategia de "Psicosis", 'Juego de Tronos' se cargó a su protagonista mucho antes de lo esperado. Aunque desde sus primeros pasos la serie se fragmentara en diversas tramas, sobre todo desde la marcha de Ned Stark con sus hijas a Desembarco del Rey, el patriarca norteño asumió el rol de protagonista al hacernos cómplices de sus investigaciones. Su inquietud por descubrir la verdad arrojaría luz sobre los rincones más oscuros de la capital, pero también supondría su ejecución tras ser traicionado por supuestos aliados como Meñique. En ese momento, su colega Robert ya había muerto, por lo que fue condenado a muerte por Joffrey, que exhibió una vez más la nula validez de sus promesas. Así, 'Juego de Tronos' mostraba que nadie estaba a salvo, y que los códigos de honor poco podían hacer frente a las conspiraciones palaciegas.
La promesa del Rey del Norte
Robb toma una decisión comprometida
Desesperado por salvar a su padre y mantener la integridad de su núcleo familiar, Robb Stark tuvo que sacrificar su libre albedrío para cruzar las tierras de los Frey con sus tropas. Para poder sorprender a los Lannister, el hijo mayor de Ned Stark aceptó casarse con una de las hijas de Walder Frey. Por su gesto, estaba claro que no le hacía mucha gracia tener que comprometer su futuro, pero la situación lo requería. Una vez controlada la guerra, Robb debía regresar para contraer matrimonio, aunque dos temporadas más tarde pudimos ver lo que pasa en 'Juego de Tronos' cuando incumples una promesa.
El nacimiento de los dragones
El primer rugido de la Madre de Dragones
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Aparte del Trono de Hierro, el elemento más representativo de la serie de HBO son los dragones. Sin embargo, no tuvimos oportunidad de conocerles hasta los últimos minutos de la primera temporada. Tras perder a su marido y al grueso de su khalasar, Daenerys dejó vía libre a sus impulsos más viscerales y colocó en la pira del cadáver de Khal Drogo sus tres huevos de dragón. Ella misma se adentró en el fuego, para salir totalmente desnuda e ilesa de las llamas ante la admiración de un reducido grupo de espectadores, y junto a ella emergieron sus hijos neonatos: Rhaegal, Drogon y Viserion.