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Desde el accidente del tren del Alvia de Santiago en 2013, el maquinista Francisco José Garzón no había concedido una entrevista a ningún medio de comunicación. 'Liarla Pardo' ha conseguido hablar con él en exclusiva casi 6 años después del siniestro: "Espero que sea la primera y última entrevista. Lo hago principalmente en apoyo a las víctimas", dice Garzón al comienzo de la conversación.
Francisco José Garzón, llorando en su entrevista en 'Liarla Pardo'
La curva donde se produjo el accidente se encuentra a 3 kilómetros de la estación de Santiago de Compostela y es una zona con muchos túneles. Cuando el maquinista pensaba que aún le quedaba un tramo para llegar a la curva, se la encontró de frente: "De repente veo la curva. Tiro todos los frenos y el de emergencia también. A esa velocidad es imposible frenar el tren".
Francisco José está imputado por 80 delitos de homicidio y 144 delitos de lesiones, todos ellos por imprudencia grave profesional. "Es un accidente. Soy el último eslabón, el que no puede fallar, pero... el que tiene boca se equivoca", comenta el maquinista intentando excusarse en su facultad de ser humano. "Con todo el respeto a las víctimas. Me puedo sentir responsable, pero no culpable. Soy humano", continúa.
Entre lágrimas e intentando no derrumbarse más, asegura que le pesa la muerte de todas las personas que fallecieron en aquel trágico accidente: "No me cansaré de pedir perdón". En 'Liarla Pardo' refrescan las primeras palabras del maquinista tras el accidente, en su llamada a Atocha: "Debe haber heridos porque está volcado. No puedo ayudar a nadie, pobres viajeros, ojalá no haya ningún muerto. Pobres viajeros".
Señalando con el dedo
Francisco José Garzón no niega su parte de culpa en el accidente, aunque afirma que "en la prensa me machacaron vivo" y que todo iba en su contra: "No hubo sensibilidad hacia mi persona". Sin embargo, está convencido de que la culpa ha de repartirse: "Antes que yo falló la seguridad de ADIF y puede que también de Renfe. Yo estoy con las víctimas. Si tengo que pagar, pago, pero que paguen más". Y recuerda que su fallo fue algo humano: "Si hay que entrar en prisión, se entra, pero tengo la conciencia muy tranquila de que yo tuve un accidente".