Desde que saltó la noticia del presunto asesinato de Edwin Arrieta a manos de Daniel Sancho, no han parado de llegar noticias del hijo de Rodolfo Sancho a través de los medios de comunicación. Del descendiente del actor se ha conocido información tanto de su vida pública como de la privada, como por ejemplo, que tiene otra causa abierta en España o incluso, el vídeo que consiguió 'Y ahora, Sonsoles' en el que se ve a Sancho explicar a la policía de Tailandia cómo habría llevado a cabo el descuartizamiento.
El 11 de octubre le ha tocado a 'TardeAR' dar una noticia que nadie más tenía: las primeras imágenes del presunto asesino del médico colombiano en la cárcel tailandesa. En un momento del programa, el periodista de investigación Alejandro Rodríguez Rodríguez, quien ha conseguido el vídeo en exclusiva, pedía la atención de los espectadores: "Mucha atención porque hace solo 24 horas Daniel Sancho ha sido grabado en la prisión de Koh Samui".Daniel Sancho en la cárcel tailandesa
"'TardeAR ha tenido acceso a esta secuencia donde vemos a un Daniel Sancho nuevo, completamente nuevo. Una imagen insólita del hijo del actor Rodolfo Sancho. Las vemos por primera vez", anunciaba el periodista dando paso al vídeo. A lo largo de las imágenes, el equipo del programa de Ana Rosa Quintana destacaba varios elementos del presunto asesino, el primero de ellos, un tatuaje de una palmera que lleva en el brazo y que da la primera pista a la audiencia de que va a aparecer Sancho.
La nueva imagen de Daniel Sancho
Tal y como confirma la voz en off del vídeo, es "la imagen más buscada de los últimos meses, la primera del presunto asesino en la prisión tailandesa". En este vídeo se ve a Daniel Sancho con un uniforme naranja y granate, una tarjeta de identificación y con las uñas mordidas, posiblemente por los nervios que esté viviendo desde el supuesto asesinato.
Además, el hijo del actor lleva por protocolo una mascarilla que no permite que se le vea el rostro al completo, pero sí sus ojos con las "ojeras marcadas". Sin embargo, hasta que no se sienta no se ve su gran cambio, ya no queda rastro de la melena que sí llevaba cuando explicó a la policía lo que presuntamente había hecho con el colombiano.