El 25 de marzo, 'Mzungu, Operación Congo' llegaba a Cuatro como uno de los estrenos de la temporada de la cadena. El programa, que marcó un 5,8% y fue seguido por una media de 967.000 personas, no fue sencillo de grabar, puesto que el viaje de José Antonio Ruiz a la República Democrática del Congo estuvo lleno de baches en el camino que querían impedir su objetivo de construir una escuela para los niños más necesitados.
José Antonio Ruiz, protagonista de 'Mzungu: Operación Congo'
"Acabamos de poner la gorra de David encima de la cámara porque aquí no nos dejan grabar", explicaba en el vídeo. "Les han enseñado que cuando vean a blancos con cámara que los reporten a las autoridades". El conductor se encontraba muy asustado por llevar en el coche a personas con cámaras, pero este temor no hizo sino aumentar cuando se dio cuenta de que un vehículo de policía los seguía desde que habían entrado a la ciudad. Esto les llevó a guardar todas las cámaras, a excepción de la oculta que llevaban en las gafas. Finalmente consiguió eludir el problema con dinero.
Sin embargo, no pudieron escapar nuevamente de un control policial en la carretera. La guardia detuvo al conductor, asegurando que les faltaba un papel, y su solución no fue otra que dejarlos marchar si recibían dinero. En un primer momento les pidieron 100 dólares, ya que, si no lo hacían, el conductor iba a la cárcel. Poco después, subió su oferta a 200 dólares para luego bajarla a 50 por "el Real Madrid". Tras una negociación, se conformaron con 25 euros.
Más problemas en el río
A su llegada al río Congo, José Antonio Ruiz y su equipo se asentaron en la orilla para grabar unos totales donde explicar cómo había surgido la idea del proyecto. Ya solo por sentarse en el río, uno de los pescadores les reclamó 15 dólares, pero muchos de los allí presentes les pedían que dejaran de grabar, comenzando a mostrarse molestos con su presencia. Algunos se les acercaron, acusándolos de haber roto el contrato que consistía en grabar 15 minutos.
"No. Eran 15 dólares y nos dejaban en paz", aseguraba el equipo de Ruiz. Les comenzaron a pedir más dinero por "hacer fotos a la gente", amenazándolos con quitarles las cámaras si no pagaban más. José Antonio Ruiz comenzó a denunciar empujones por parte de los congoleños y su susto fue en aumento al darse cuenta del enfado y la agresividad con la que los estaban tratando. Una vez subidos en el coche, se marcharon, pudiendo mantener a salvo los equipos.