El restaurante de 'First Dates' recibe cada noche a diferentes personas que no suelen defraudar ni por lo que dicen ni por lo que hacen. Este es el caso de Jennifer, una persona de "emociones" a la que alguien capaz de haberle "vibrar el corazón" puede llevarla a hacer lo imposible, quien se define a sí misma como un "bomboncito" a la que le gusta el kárate. "Todo lo que las redes sociales te censuran, a eso me dedico yo", aseguró para explicar la diferencia entre modelo erótica y de lencería.
Abel y Jennifer en 'First Dates'
Mientras la conversación proseguía con Carlos Sobera, la comensal no dudó en hacer una reflexión que dejó "planchado" al conductor del espacio: "La verdad, suerte en el amor no he tenido, pero me he comido lo que he querido", compartió con España. "¿Qué te has qué?", dijo Sobera acercando su oreja izquierda por si no había entendido del todo bien lo que le acababan de comentar.
"¡Muy bien, pues apúntate esta!", le sugirió a Matías Roure, quien trató de salir del paso a través de su rol de barman: "Primero, segundo, postre...". "¡Todo, todo!", volvió a reiterar Jennifer mientras se aireaba el pelo. Tras este profundo momento, Sobera quiso conocer cómo le gustaban físicamente y mentalmente los chicos: "Moreno y tatuado", sentenció la participante, haciendo un bis de sus palabras. "Un chico que no tiene tatuajes está vacío, como que no sabe expresar sus cosas", apostilló después.
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Abel, harto de "tocar melones"
"Me gusta cuidarme, hacer dieta, los videojuegos también y estar con mis amigos", comienza exponiendo Abel frente a cámara. Dos besos funcionaron a modo de presentación con Jennifer, aunque "no es" lo que ella esperaba. Minutos después, ya en la mesa y con temas sexuales de por medio, Abel reiteró que está "harto de tocar melones", pues se dedica al mundo de la frutería. La cita no terminó de llegar a buen puerto, pues la modelo quiso una segunda cita con él, pero como amigos.