Quién es Gypsy Rose Blanchard, la nueva estrella de la televisión que tiene a medio mundo fascinado

Si hay un nombre que no para de salir en los medios de comunicación estas últimas semanas es el de Gypsy Rose Blanchard. Las cadenas de televisión están boquiabiertas con la naturalidad del personaje y las redes sociales no paran de compartir clips de la susodicha.

A sus 32 años de edad, Gypsy Rose pisó la calle en libertad condicional el pasado 28 de diciembre por primera vez en más de ocho años. Llevaba internada en una cárcel de Missouri desde los 24, cuando confesó haber asesinado a su madre, Dee Dee Blanchard, con la ayuda de su novio.

Los detalles del caso ya escandalizaron al mundo por entonces y ha sido protagonista de multitud de series y documentales, entre ellos la serie 'The Act' protagonizada por Joey King y Patricia Arquette.

Víctima de Munchhausen por proxy

Y es que Gypsy Rose puede presumir de ser la única persona en el mundo víctima del Síndrome de Munchhausen por proxy que se rebela contra su cuidadora hasta matarla. Su madre, Dee Dee, la dio a luz cuando tenía 24 años fruto de una relación esporádica con Rod Blanchard, de 17 años, que desapareció al poco tiempo.

Con sólo 3 meses de edad, su madre sospechaba que Gypsy Rose padecía de apnea del sueño y la sometió a multitud de pruebas médicas. Todas dieron negativo, lo que no impidió que su madre le diagnosticara entonces una distrofia muscular fruto de un supuesto desorden cromosómico.

Tras un inofensivo accidente, postró a su hija en silla de ruedas y no la levantó más. Retirada del colegio, aprendió a leer por su cuenta encerrada en casa mientras su madre continuaba inventándole enfermedades cada vez más severas. Cuando en 2005 sufrieron la pérdida de su casa por culpa del huracán Katrina, madre e hija se mudaron a Missouri donde empezaron a ganar fama a nivel nacional por su caso, así como a recibir donaciones de terceros.

A medida que Gypsy Rose fue creciendo, su madre comenzó a amenazar a la niña si decía que sus enfermedades no eran reales. Le rapó la cabeza para simular la quimioterapia del cáncer y perdió varios dientes tras ser inyectada con botox en las glándulas salivares. Además, Dee Dee solía mentir en la edad de Gypsy asegurando que tenía 14 años cuando ya era mayor de edad. Fue alimentada mediante un tubo hasta los 20 años de edad.

"Salvada" por internet

A partir de los 23, y ya con dificultades para ser controlada por su progenitora, Gypsy Rose empezó a montarse una segunda vida en internet, donde tenía multitud de cuentas falsas y empezó a conocer a hombres. Uno de ellos, Nicholas Godejohn, con autismo y condenas por exposición indecente, comenzó a mantener una relación secreta con ella.

En 2014, Gypsy y Godejohn se conocen por primera vez en persona y, según declara éste, mantienen relaciones en el baño de su casa a los pocos minutos de verse las caras por primera vez. Durante prácticamente un año, Gypsy y Godejohn continúan contactando por internet mientras planean el asesinato de Dee Dee.

Es en 2015 cuando Godejohn regresa a Missouri y se produce el desenlace. Gypsy Rose le compra guantes, cinta y un cuchillo y se esconde en el cuarto de baño para no oir a su madre gritar. Gradejohn propicia a la madre de ésta 17 puñaladas por la espalda mientras duerme. Al acabar, mantiene relaciones con Gypsy en su habitación y se fugan de la casa con 4.000 dólares en efectivo. Envían a Gradejohn el arma del crimen por correos para evitar sospechas.

Al poco tiempo, la policía encuentra el cadáver de Dee Dee en casa, y llamadas telefónicas pronto conducen a la hija y su novio como principales sospechosos del crimen. Es entonces cuando la opinión pública comienza a conocer la verdadera historia de Gypsy Rose y el maltrato al que su madre la sometía simulando sus enfermedades.

Pese a participar en el asesinato, la opinión pública comienza a ganar simpatías por Gypsy Rose, a quien muchos ven como una víctima de su madre más que una asesina. La joven estaba tan malnutrida que gana más de 6 kilos en sus primeras semanas en la cárcel. Finalmente, es condenada a 10 años de prisión, mientras que Gradejohn recibe la cadena perpetua.

De la cárcel a la fama mundial

"Hola a todos, soy Gypsy. Soy libre por fin". Decía la joven el pasado 28 de diciembre a una diminuta audiencia en TikTok e Instagram. Y, sin embargo, en apenas 10 días, amasa ya más de 9,7 millones de seguidores en la primera red social y 8 millones en la segunda.

Podría decirse que Gypsy Rose llevaba ocho años preparando cuál sería su vida tras salir de la cárcel y, por ahora, se ha estrenado con éxito. Durante sus últimos años encerrada escribió un libro que ahora ha publicado y participó creando una serie documental que también ve la luz en Lifetime este mes.

En julio de 2022 se casó en la cárcel con un profesor de Luisiana, Ryan Anderson, a quien conoció cuando éste le escribió una carta. Desde que está libre, asegura, mantiene relaciones con él todos los días. Es uno de los síntomas de la naturalidad de la joven, que se ha paseado ya por un par de alfombras rojas y visita cada día un programa de televisión diferente.

En sus redes tan pronto muestra su nuevo outfit de Zara y sus paseos turísticos por Nueva York como habla con franqueza de lo mal que estuvo asesinar a su madre, a quien por cierto no culpa de nada de lo que le hizo ya que "era víctima de una enfermedad mental". Una espontaneidad que parece tener encandilados a millones de personas a la espera de su próximo movimiento.