Tras la victoria de Óscar Díaz en 'Pasapalabra' el miércoles 15 de mayo, el ganador se ha sentado en varios medios de comunicación para hablar de su experiencia en el programa y de sus primeros momentos tras ganar el famoso bote. En su visita al programa de Julia Otero, en Onda Cero, Díaz ha coincidido con Rafa Castaño, ganador del bote más alto de la historia del programa, que se llevó nada más y nada menos que 2.272.000 euros.
Ambos ganadores han querido utilizar su privilegiada posición para dar voz a los beneficios de contribuir a la hacienda pública. En el caso de Castaño, tras pagar los impuestos correspondientes, su premio se vio reducido en más de un millón de euros. Sin embargo, lejos de quejarse, se ha mostrado muy agradecido y satisfecho. "Al final, uno no vive solo. Cuando vives en sociedad tienes que someterte a una serie de obligaciones. Tu aportación no solo beneficia a los demás, también te beneficia a ti", explicó. Además, el sevillano continuó exponiendo que cuando se pagan los impuestos, "se reduce la violencia o las enfermedades, y aumenta la felicidad de los que te rodean".
Óscar Díaz se hace con el bote de 'Pasapalabra'
Sin embargo, para Castaño la devoción por pagar impuestos viene de siempre, no solo desde que es millonario. "Me encanta pagar impuestos, no solo si tengo mucho dinero, sino también para recordar que yo no estoy solo en este mundo (...) El hecho de ganar mucho dinero no hace para nada que tú dejes de estar en sociedad", reflexionó el andaluz. Óscar Díaz ha suscrito todas las palabras de su compañero: "Estoy completamente de acuerdo. Vivimos en sociedad. Creo que en la progresividad de los impuestos. No soy un ingenuo, no soy un mesías, simplemente creo que lo que aportamos redunde en beneficio de todos. (...) Los dos focos más claros, en los que pensamos todos, son la educación y la sanidad, pero también el suelo que pisamos y tantas otras cosas".
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"Como mínimo, que España sea un país un poquito más igual"
Óscar Díaz, el ganador más reciente de 'Pasapalabra', ha demostrado que pese a su nueva situación económica, pretende "como mínimo, que España sea un país un poquito más igual". Asegura que "si nos escudamos en lo que hace mal uno, en que X dinero se gasta mal o en que el sistema es imperfecto para no cumplir nuestras obligaciones, contribuimos a erosionar la sociedad".