Desde que la guerra en Ucrania estallara durante la madrugada del 24 de febrero, multitud de periodistas de todo el mundo se han desplazado hasta la zona del conflicto y sus alrededores. Sara Rincón, reportera de 'Al rojo vivo', se encontraba en Polonia, concretamente, en una estación de tren de Varsovia,
Sara Rincón en 'Al rojo vivo'
La reportera informaba sobre la acogida del pueblo polaco a los ucranianos que llegan huyendo de la guerra. Sin embargo, en medio de la conexión en directo, Rincón tuvo que lidiar con un individuo que se situaba a su lado y hacía el amago de darle un beso en la mejilla. Aunque la periodista mantuvo la compostura y continuó con su trabajo, posteriormente se pronunció en sus redes sociales.
Junto al vídeo de lo ocurrido, la joven escribía: "¿Hubiese pasado esto si yo fuese un hombre?", denunciaba. "En un directo te enfrentas a cualquier tipo de adversidad, os lo aseguro. Pero esta vez, en concreto, es porque el acoso, da igual donde te encuentres, existe", visibilizaba el acoso machismo que, por desgracia, aún existe en la sociedad.
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Un acto habitual e intolerable
Por desgracia, Rincón no es la primera ni será la última que tenga que vivir esta situación. Y es que, incluso con una cámara delante y con ojos de todo el mundo como testigo, el acoso machista sigue produciéndose. Ana Pastor quiso mostrar su apoyo a la reportera y alabó su trabajo: "Estás haciendo un gran trabajo todos estos días. Un abrazo fuerte desde Bruselas", le escribía.