El miércoles 26 de mayo, 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' alcanzó su final en Telecinco, con la emisión del duodécimo y último episodio. En dicha entrega, Rocío Carrasco pudo ver imágenes de su hija durante su paso por 'Supervivientes 2020', en las que mostraba preocupación por ella, a pesar de no haber tenido contacto ni noticias de su madre desde 2012. Unos llamamientos por parte de su primogénita, que Carrasco admitió no creerse en absoluto, al tomarlos como parte de una "hoja de ruta" marcada previamente por Antonio David Flores.
Rocío Carrasco comparte su incredulidad sobre las palabras de Rocío Flores en 'Supervivientes'
"Me encantaría tener una buena relación con mi madre", aseguraba Flores, durante su paso por el reality, a lo que añadía también el hecho de que no sabía si su madre le tenía que pedir perdón, mientras que manifestaba que "creo que no" tenía que pedirle disculpas a Carrasco, entre otros momentos. "De eso que dice que siente ella ahí… ¿se ha dado cuenta en Honduras, después de ocho años?", cuestionó la madrileña, quien apuntó al hecho de que "no tiene sentido ninguno y no hay un ápice de verdad en lo que dice". "Una persona que siente eso y siente ese llanto de verdad, esa necesidad que quiere mostrar como verdadera, en el momento en el que Jorge le dice '¿qué le dirías a tu madre?', yo sé lo que le diría a la mía", defendió Rocío, tras lo cual manifestó que "no voy a decirle nada públicamente" a su hija. "Quiero que la gente entienda que no tengo nada que decirle, porque eso que están viendo y han visto, no es real", argumentó Carrasco, para después afirmar que "detrás de eso, hay unos intereses creados. Esa imagen no es cierta".
"Para la gente que no conozca y no lo sepa, se topa con esa imagen y piensan que está preocupadísima por su madre", explicó la madrileña, antes de apuntar a que "detrás de eso hay un porqué y una motivación", con el fin de permanecer en el programa. "Al final quedó la tercera", recalcó Carrasco. Además, Rocío defendió que su hija "fue con la instrucción de hacer lo que hizo, sabiendo perfectamente que yo públicamente no iba a hacer absolutamente nada". "Aquí no existe nada al azar, que no esté totalmente cuadriculado, en una hoja de ruta. Todo se dice por algo, siempre con un beneficio económico, aparte del beneficio que a él le reporta destruirme", añadió la protagonista de la docuserie, en referencia a Antonio David. De hecho, Carrasco achacó al malagueño el haber organizado un guion para su hija de cara a 'Supervivientes', "porque conozco a mi hija. Sé a quién no reconozco. Sé quién es la persona que hoy no reconozco y no es la que ha salido ahí". "Rocío no se ha preocupado de cómo he estado", opinó la madrileña, quien defendió con rotundidad que no siempre "la que se tiene que preocupar es la madre".
"No estoy culpando a mi hija de ser como es"
"Ella sabía perfectamente lo que tenía que decir y cómo lo tenía que decir, cómo tenía que hacerlo para obtener la imagen que tuvo: la de niña maravillosa, desamparada", apostó Rocío. "No estoy culpando a mi hija de ser como es, ni actuar como actúa. Yo culpo a ese desecho, porque lo es para mí. Es mi opinión. ¿No se lleva ahora eso?", lanzó Carrasco, sobre Antonio David. El equipo de la producción mostró también una entrevista de Rocío Flores, en julio de 2020, en la que se destacaban las palabras "la relación con mi madre debe arreglarse, es una persona fundamental en mi vida".
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"Eso no lo piensa realmente. Una persona que hace lo que ella hizo conmigo, no lo piensa", opinó Rocío, antes de comentar que "sabe perfectamente que tiene que seguir teniendo la imagen pública de niña buena, abandonada por su madre y que aún la quiere". "Eso lo dice en el 2020, habiendo pasado unos cuantos años sin que nada de eso le hubiera importado antes. Eso es seguir el juego", reprochó Carrasco. La madrileña manifestó que "para mí no es fácil. Para que una madre hable con distancia y frialdad sobre un tema que concierne a sus hijos, así lo habré tenido que pasar", al igual que confesó que su participación en la docuserie suponía que era la primera vez que se ponía por delante de sus hijos, dado que "veo que ya está todo perdido, muy a mi pesar".