Una de las grandes sorpresas del estreno de la séptima edición de 'Gran Hermano VIP' ha sido la participación de Antonio David Flores en el reality. El que fuera yerno de Rocío Jurado llega a la casa de Guadalix de la Sierra para poner fin a su retiro televisivo y aclarar la situación sobre la última batalla judicial con su exmujer, Rocío Carrasco. Una guerra que comenzó años atrás por la custodia de sus dos hijos.
Rocío Flores hablando con Jorge Javier Vázquez en la primera gala de 'GH VIP'
Es precisamente su hija, Rocío Flores, la elegida para defender al ex Guardia Civil en el plató. Algo que ha sorprendido a muchos, ya que la joven siempre ha querido mantenerse alejada de los medios. "Se lo debía a mi padre. Lo hice por Gloria Camila en 'Supervivientes', ¿cómo no lo iba a hacer por él?", dijo refiriéndose a la defensa de su tía y gran amiga en el reality de supervivencia.
Lo que pocos se esperaban es que Rocío se pronunciara sobre la demanda de violencia de género que interpuso su madre contra su padre. Sin embargo, cuando su padre detalló cómo se encontraba dicho proceso ella no pudo callarse. "Han sido los años más duros que hemos tenido. No es nada fácil, pero todo ha salido bien y la familia está unida", aseguraba emocionada la joven. "Te quiero con locura y ojalá te vea lo más tarde posible", le dijo a su padre como despedida.
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La querella que no llegó a juicio
Fue el propio Antonio David quien dio los detalles sobre ese último proceso judicial que ha vivido contra su ex. "La última demanda ha sido la más dura ya que me interpuso una querella por violencia de género, maltrato físico y psicológico continuado. Solicitaba cinco años de prisión y una indemnización de 180.000 euros. No es fácil asimilar esto cuando eres inocente. Te destroza la vida", confesó. El malagueño aprovechó para contar, además, que dicha querella no había llegado a juicio por falta de pruebas contra él confirmado su inocencia.