La esperada entrevista de Rocío Carrasco en la emisión especial de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' ha sacudido a todo el país. La hija de Rocío Jurado desvelaba la mayor incógnita de su historia: su falta de relación con su hija, Rocío Flores. La colaboradora de 'El programa de Ana Rosa' realizaba un llamamiento a su madre, asegurando que había tratado de contactar con ella en varias ocasiones. Sin embargo, este encuentro no se ha producido.
Rocío Flores en una foto de Instagram
Durante su entrevista, Rocío Carrasco aseguraba que "no estaba preparada" para volver a contactar con su hija. "Y ella tampoco lo está", afirmaba. Los expertos habrían recomendado a Carrasco que no hablase con su hija, a menos que fuese mediante un proceso de mediación que contase con ayuda de profesionales. Un proceso que, según desvelaba 'Sálvame' en la tarde del 22 de abril, Flores habría rechazado.
Una de las personas encargadas del informe psicosocial de Rocío Flores reveló al programa de Telecinco que un primer proceso de acercamiento entre madre e hija habría sido imposible debido a que "la hija no quería hacer terapia con Rocío Carrasco. No quería hablar con su madre". La autora del informe también aseguró que fue imposible debido a la negativa del padre, Antonio David Flores: "Era una pared, una negativa total. No quería admitir que su hija hubiera cometido ningún delito".
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El juicio por agresión se podría haber evitado
Los intentos de mediación tampoco fueron posibles, ya que tanto Antonio David como Rocío Flores se negaban a realizar ese proceso con Carrasco. Cabe destacar que, según los autores del informe y el equipo de 'Sálvame', esta mediación habría sido solicitada por Rocío Carrasco para tratar de evitar el juicio y el procesamiento de su hija. Debido a la negativa de ambos, el juicio acabaría produciéndose, terminando en la condena a la nieta de la Jurado, que tuvo que cumplir 6 meses de libertad vigilada.