Rosana revoluciona las 'Tentaciones': Invitó a Álvaro Boix a Mallorca y no le dijo que iban a dormir juntos

Uno de las figuras que más llegó a sorprender a los espectadores de 'La isla de las tentaciones' fue Rosana Martínez. La natural de Mallorca luchó con uñas y dientes para salir del reality junto a Nico Aubert, pero la pasión que sintió por Álvaro Boix le llevó a ser parte de ese primer trío histórico. Una vez terminó su aventura dominicana, vio conveniente que la pasión se desatase con el que fuera su compañero de cama. Sin embargo, las versiones de ambos no cuadraron y se enzarzaron en una batalla dialéctica.

La reina del "moñeo" llegó a plató con su habitual timidez desenfadada y, como siempre, provocando las risas incontenibles de los colaboradores e invitados. Como era de esperar, Sandra Barneda quiso conocer qué había pasado tras el cierre de Villa Playa. Boix viajó casa de la mallorquina para pasar unos días con ella, aunque no sabía que iban a "dormir en la misma cama". "No entraste en contexto en ese sentido", llegó a reprocharle a la extentadora.

Como era de esperar, Rosana se iba a perder la oportunidad de ayudar a un amigo y más teniendo en cuenta lo que le estaba ocurriendo al alicantino: "Estoy mal, voy a Mallorca, me despejo...". Ella misma fue la encargada de dar a conocer que esas palabras salieron por boca de Álvaro y ambos confirmaron que tuvieron más de un tórrido encuentro. "Muy incómodo no estarías", replicó Rosario Cerdán ante lo que estaba escuchando. Mientras tanto, Martínez seguía a lo suyo comentando las mejores jugadas: "Viniste para pasarlo guay, pasaron cosas".

Su declaración a Sabela Rodríguez

El dicho que versa "tres son multitud" parece no representar a estos tres participantes. De hecho, 'El debate de las tentaciones' hizo que un bombazo estallase. Tras ese encuentro sexual en Villa Playa, Rosana decidió declararse a Sabela una vez terminó la aventura. Con una sonrisa de lo más tímida y alguna que otra carcajada plagada de rubor, la mallorquina se apresuró a contar que necesitaba saber si la atracción era mutua porque había sentido "cosas". Sin embargo, en ningún momento se planteó poner rumbo a Galicia para coincidir con su excompañera de cama.