RTVE pasa por uno de sus peores momentos. La 1 terminó el año 2021 con una cuota de pantalla media del 9%, quedando cada vez más lejos de Telecinco y Antena 3 y con la amenaza de laSexta y Cuatro muy presente. Por ello, desde la corporación pública se pretende hacer una gran apuesta por un evento deportivo, ya que estos contenidos son los que mejor funcionan de cara a un público mayoritario.
Logo del Mundial de Fútbol de Catar
El objetivo principal de RTVE es adquirir los derechos de emisión en abierto del Mundial de Catar , que se celebrará entre los meses de noviembre y diciembre. El presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, comunicó esta intención en una entrevista concedida a ABC: "Televisión Española tiene que estar con la selección, la femenina y la masculina. Yo creo que es importante para este país. Otra cosa son las competiciones de clubes, pero la selección nacional tiene que estar con lo público y tiene que estar en abierto".
Según señala The Objective, el coste de los derechos de emisión podría alcanzar los 50 millones de euros, lo cual supondría un importante bocado a los fondos públicos destinados a RTVE, que serán de 445 millones de euros en 2022. "Eso no quiere decir que Mediaset no tenga derecho a pujar. Claro que tienen legitimidad y, de hecho, lo hacen muy bien. Vamos a luchar, aunque no podamos pagar una barbaridad", añadía Tornero, por lo que está por ver quién se hace finalmente con los codiciados derechos, que están en manos de Mediapro desde 2019. El plazo para presentar las pujas se cerrará el 11 de febrero.
¿Debería RTVE retransmitir un mundial celebrado en Catar?
Si por algo se caracterizan las televisiones públicas es por velar por la diversidad, igualdad, educación y la difusión de valores democráticos. Por lo tanto, esta puja por parte de RTVE resulta cuanto menos conflictiva, ya que la máxima competición futbolística se disputa un Catar, un país acusado de violar los derechos humanos de su población. Según una investigación de The Guardian, desde que FIFA adjudicó el Mundial al país asiático en 2010, más de 6.500 trabajadores extranjeros han muerto en Catar.
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Ante esta paupérrima imagen, países como Catar o Arabia Saudí -donde se ha celebrado la Supercopa de España recientemente- recurren a lo que se ha acuñado como sportswashing. Se trata del uso de eventos deportivos de gran prestigio por parte de los gobiernos opresivos para legitimar y limpiar la imagen pública de sus regímenes. De esta manera, pretenden desviar el foco de sus violaciones de los derechos humanos, algo a lo que podría contribuir RTVE emitiendo una competición que lleva años envuelta en polémicas de explotación y sobornos.