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'El programa de Ana Rosa' ha arrancado su programa del jueves 21 de abril entrevistando a Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, que en los últimos días ha copado la actualidad por la polémica de la Supercopa en Arabia Saudí y sus negociaciones con Gerard Piqué. La exclusiva de El Confidencial empujó al ejecutivo a dar explicaciones en una rueda de prensa, y ahora ha pasado por el plató de Mediaset para abordar este cúmulo de controversias y para anunciar un cambio sustancial en su salario.
Luis Rubiales en 'El programa de Ana Rosa'
En cuanto al presunto trato de favor a Piqué, que le había solicitado que intermediara para poder ir a los Juegos Olímpicos y que colocara a su equipo, el FC Andorra, en un grupo más sencillo, Rubiales prefería quitar hierro al asunto, como ya había hecho en anteriores comparecencias, al confirmar que esas peticiones son habituales con otros equipos y jugadores. Donde sí ha querido incidir más ha sido en el origen de la filtración de estos audios y mensajes: "Hay un delito que vulnera lo más esencial y privado de mi vida: mis comunicaciones con otra persona". Además, aseguraba que en 2021 ya denunciaron un hackeo y que están colaborando con la Policía para tratar de dar con el culpable.
Sin embargo, al ser preguntado acerca de quién puede estar detrás de este ataque, Rubiales optaba por no mojarse sobre este "acoso": "No quiero hablar de nombres, que cada uno saque sus conclusiones. No quiero acusar a nadie sin tener pruebas". Aun así, Eduardo Inda, que se encontraba al otro lado de la mesa, sacaba relucir los nombres de Jaume Roures, máximo mandatario de Mediapro, y Javier Tebas, presidente de LaLiga. Y pese a no acusarle del hackeo, Rubiales sí ha lanzando alguna que otra pulla a Tebas: "Si me hubiera puesto un salario de 3 millones y medio, como hizo el presidente de LaLiga, no se habría entendido".
Luis Rubiales en 'El programa de Ana Rosa'
Cambio por la "contestación social"
Al ser preguntado por Ana Terradillos sobre si volvería a repetir esta negociación después de todo lo que ha salido a la luz, Rubiales ha intentado ser meridiano, aunque ha añadido un matiz que, además, implica una rectificación en sus emolumentos: "Lo volvería a hacer. Tenemos claro que todo lo que se ha hecho es legal, pero estoy observando una contestación social por el tema de que mi salario variable vaya en función del éxito de la empresa, que es algo muy normal. Creo que eso va a acabar ya".
Como se ha podido conocer, el presidente de la RFEF cuenta con un salario variable, que, en cierta medida, depende de los ingresos de la Federación. Aquí entra en juego la penalización pactada con Arabia Saudí, por la cual si Real Madrid y/o FC Barcelona no están presentes en la Supercopa se restarían 5 millones de euros por cada ausencia, provocando así que Rubiales percibiera menos dinero. Además, hay que tener en cuenta que el estamento arbitral depende de la RFEF, por lo que no han tardado en despertarse suspicacias sobre un posible trato de favor.
Consciente de ese malestar, Rubiales ha anunciado la medida que pretende asumir para cortar de raíz las suspicacias: "Hoy mismo he propuesto que en la próxima asamblea, incluso con carácter retroactivo para el 1 de enero, se me ponga un salario fijo para que no haya ningún entrenador o jugador que piense que un árbitro vaya a pitar para acá o para allá para que a mí me aumente el salario". De esta manera, Rubiales rectifica uno de los aspectos más cuestionables de todo este asunto, qué el mismo ha calificado como "una caza a mi persona".