'Salvados' destapa el acoso sexual a las temporeras de la fresa: "O te acuestas conmigo o no trabajarás"

En el programa del domingo 10 de marzo, Jordi Évole y el equipo de 'Salvados' se desplazaron hasta Cartaya, municipio de Huelva conocido por la recogida de la fresa, tarea que emplea a miles de trabajadoras. Además de ejercerlo unas pésimas condiciones laborales, su empleo les acarrea comportamientos machistas e incluso episodios de acoso sexual, algo que la mayoría no denuncian para no ser despedidas.

Para dar fe de esta realidad, Évole se reunión con una temporera. Ante las cámaras de 'Salvados' recordó cómo un día, mientras estaba en el campo cogiendo fresas, sufrió una situación machista por parte de un manijero: "Me dijo que iban a empezar ya con la fresa, que si quería entrar, que ya sabía. O me acostaba con él o no trabajaría". Ella respondió con un "no" rotundo", pero entiende que otras muchas "habrán tragado" para conseguir el empleo.

Las vecinas de Cartaya respaldan la versión de las temporeras sobre los casos de acoso y abuso sexual. "El patrón piensa que tiene algún derecho. Fíjate lo que te digo, volvemos a la Edad Media", lamenta una de las mujeres. "Yo pienso que es verdad. No todos, evidentemente, pero yo creo que sí, que es verdad. Hay aprovechamiento sexual", afirma otra habitante de Cayarta.

Con la abogada de Women's Link Aintzane Márquez, Évole se hizo del 'caso Moguer'. En la localidad de Palos de Moguer, 'Salvados' recupera el testimonio de una de las temporeras que han denunciado sufrir abusos sexuales por parte de sus jefes. "Nos empezaba a rozar y a poner la mano encima", explica en un vídeo la afectada.

Pésimas condiciones

Duchas sucias, con insectos y en barrancones. Así son las pésimas condiciones en las que se ven obligadas a vivir las temporeras extranjeras. La abogada Aintzane Márquez le mostró muestra a Jordi Évole un vídeo en el que se puede ver las pésimas condiciones a las que se ven obligadas a vivir las temporeras cuando llegan a España para trabajar en el campo. "Las temporeras explican que están llenas de insectos y que había mucha aglomeración, en las habitaciones había muchas mujeres, más de las que cabían", critica Márquez.