'Sálvame' no deja de reinventarse cada día con la intención de disfrutar al máximo las semanas que les queda de vida. Con la fecha del 23 de junio en el firmamento, en su cuarto programa tras anunciarse la cancelación han decidido sacar la edición "Algodón de azúcar". Con esta pomposidad y un marcado filtro rosa, Teresa Lourdes Borrego Campos y Adela González Acuña daban la bienvenida al público en un tono sosegado, no fuera a despertarse nadie de la siesta.
"A partir de hoy vamos a hacer el programa que deberíamos haber hecho en estos 14 años, el programa que los críticos de televisión nos han pedido que hiciéramos cuando nos llamaban telebasura", anunciaba González. "Hoy nuestros haters están de enhorabuena porque en 'Sálvame' no hay cabida para los gritos". "Esta tarde no habrá disputas, ni tampoco abandonos de plató entre lágrimas", completaba Campos.
'Sálvame Algodón de azúcar'
En pantalla se podía ver a los colaboradores vestidos de manera muy formal, a quienes presentaban con sus dos apellidos y sacando a relucir sus carreras profesionales. "Agradecida me encuentro de estar en un programa tan blanco, familiar y sobre todo amable con nuestros famosos", comentaba Lydia Lozano tras la presentación. "El anodido programa sin sentimiento, sin emoción y, sobre todo, sin lágrimas".
La comedia iba más allá tras publicidad, cuando se podía ver en pantalla un vídeo locutado por Germán González en donde se daba paso a los temas que iban a tratarse ese día, desde la casa de María Pombo y su conciliación familiar al aprendizaje del chotis con motivo de San Isidro, pasando por el veganismo de los famosos o el proceso de gestación de los pingüinos.
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Cambio radical
Después de conectar en directo con un trajeado Omar Suárez para conocer cómo se estaba llevando a cabo la construcción de las casetas en la Feria del Libro de Madrid, los colaboradores seguían hablando en tono calmado en el sofá. De pronto, entraba a gritos David Valldeperas: "¿Qué tono? ¿Qué tono? ¡Quiero tono alto!". El director les comunicaba la fecha del final de 'Sálvame', que sería el 23 de junio, y para el que quedan 32 programas. En ese momento les pedía "desenfreno total", por lo que los colaboradores y las presentadoras se quitaban todo el vestuario formal y empezaban a tirar todo por los aires.