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Uno de los rostros más representativos y carismáticos de la plantilla de presentadores de Cuatro es sin duda Samanta Villar. La periodista lleva trabajando diez años en la cadena de Mediaset España donde ha conducido espacios como '21 días', '9 meses' o 'Samanta y...', todos con una gran aceptación entre la audiencia. En este tiempo se ha convertido en una de sus presentadoras estrella, por ello no sorprende que ahora tenga un nuevo proyecto en la cadena. La catalana vuelve a Mediaset y lo hace con un nuevo programa en el que por primera vez no entrará en la casa de sus invitados, serán ellos los que acudirán al hogar de la periodista.
Samanta Villar, presentadora de 'La vida de Samanta'
Tras varios meses apartada de la televisión, ¿tenías ganas ya de volver?
Sí, porque llevamos preparando esto desde antes de verano. Son programas complejos, no son rápidos de hacer. Además, hemos querido no bajar el listón con temas sorprendentes como siempre y muy bien construidos. Hemos hecho también innovaciones en realización, una cosa un poquito más sofisticada. Creo que ha quedado un programa que es atractivo para el espectador, profesionalmente hemos hecho un buen trabajo.
¿Qué vamos a poder ver en 'La vida con Samanta'?
'La vida con Samanta' es un paso más en el factual que venimos haciendo desde hace diez años y es que este año cumplimos diez haciendo factual en Cuatro. Esta vez el giro de tuerca que le hemos querido dar al formato ha sido que, echando la vista atrás, llevo 10 años entrando en casa de la gente y ya es hora de que la gente entre en mi casa. Entonces por primera vez lo que hacemos es invitar a personajes anónimos a que pasen unos días de convivencia conmigo y construimos su historia articulándola alrededor de esa convivencia. Ha sido una experiencia muy bonita.
¿Es una experiencia real? ¿Has vivido 24 horas durante varios días con estas personas?
Sí, todos se han quedado a dormir en mi casa. Hemos convivido juntos.
'La vida con Samanta¡ es más sofisticado que otros factuals que hemos hecho
¿Qué tipo de invitados nos vamos a encontrar y con qué temas?
Son 10 entregas, 10 reportajes diferentes. El primero con el que arrancamos es el amor. Vamos a hablar también de la paternidad, porque siempre hemos tratado en profundidad la maternidad pero ahora vamos a empezar a hablar también de ellos. Hemos hecho una indagación sobre el pasado con historias sorprendentes, también tenemos un programa sobre las mujeres, sobre el sacrificio, el vicio... Lo que hemos hecho ha sido coger temas genéricos que nos permiten indagar en un tema amplio y encontrar historias que, como a nosotros nos sorprenden, creemos que pueden sorprender también al espectador. Y a través de eso contar una pequeña historia que al final me hace reflexionar, me enseña algo y lo transmito al espectador.
Para que un invitado pueda ir a tu formato, ¿tiene que tener algo nuevo que contar? ¿Que nos enseñe algo, no?,
Sí, exactamente. Piensa que de todos modos de cualquier tema aprendes, y esa es un poco nuestra filosofía, que la gente cuando conecte con 'La vida con Samanta' diga "qué interesante esto que me han explicado, qué ameno, algo he aprendido".
¿No te da pudor abrir las puertas de tu casa? Es un formato también cercano al reality, ¿no?
Podemos llamarle como queramos. La etiqueta de reality, si te vas a Estados Unidos, todo lo que es tocar la realidad lo llaman reality. Y factual al final es eso, de hechos. Lo que nosotros hacemos es explicar la vida, las cosas que ocurren. Y entretenemos con historias de la realidad. A mí no me da pudor. Es verdad que yo abro las puertas de mi casa que es una segunda residencia, dejando al margen a mi marido y a mis hijos, porque es mi trabajo. Pero en esa segunda residencia sí que quise que vinieran a convivir conmigo estos personajes. Me parecía interesante y también era un poco un homenaje a todos esos personajes que han pasado por nuestros programas durante tantos años y que nos han abierto siempre sus vidas. Ahora yo te voy a abrir la mía. Y sí, al final todos reservamos una parte de privacidad y de intimidad que es sano también. Siempre hay una parte de tu vida que es bonito compartir.
Samanta en 'La vida con Samanta'
¿Te ha gustado la experiencia de cambiar de rol y ser tú la que abre las puertas y recibe a los invitados?
Sí. Es algo más, tampoco es algo estructural ni lo he vivido como un gran cambio. A mí me gusta mucho ser anfitriona y he disfrutado.
'La vida con Samanta' va a ser un formato con importantes innovaciones técnicas. ¿Qué evolución hay respecto a otros formatos de Samanta en Cuatro?
En este hemos querido cuidar mucho la realización y hemos optado por rodar con dos cámaras y no con una como hasta ahora. Hemos cuidado mucho también el audio y las introducciones y finales de cada programa. Hemos hecho planteamientos muy creativos, a medida que se vaya emitiendo os daréis cuenta de a lo que me refiero. Hemos querido empezar siempre con un planteamiento de programa que fuese creativo y una conclusión al final. Y muchas veces ese arranque y ese final tienen relación. A veces lo hemos jugado a la metáfora, a veces a la sugerencia, a veces hemos utilizado cosas personales mías. Por ejemplo, en el programa sobre el secreto yo abrí mi caja de los secretos. Todos tenemos una caja donde guardamos las cosas que son especiales de nuestra vida y que son muy íntimas. Al final son tus secretos. Y ha sido muy bonito ese proceso creativo de poner sobre la mesa qué aspectos de mi vida podría compartir con los espectadores y tratarlo con creatividad y con cariño. Ha sido súper bonito. Profesionalmente muy estimulante.
En '9 meses con Samanta' te abriste en canal y nos mostraste tu embarazo. ¿Te gusta o crees que es positivo el compartir con el público aspectos tan íntimos?
Yo no me sitúo en el terreno de juzgar si está bien o está mal compartir, creo que eso es muy personal. Hay gente que lo pasa fatal compartiendo su vida, y lo respeto. Pero fíjate, estamos en la era de las redes sociales en la que se han abierto las puertas al día a día, las intimidades. Por primera vez cada uno desde su casa puede decidir si comparte con el público parte de su vida o nada. Y esa libertad es muy novedosa y, como todo, es algo que tenemos que aprender a gestionar. Si lo gestionas bien es maravilloso. Ojo porque, como todo, puede estar mal gestionado y te puede perjudicar. Pero no juzgo previamente si puede está bien o está mal.
'21 días fumando porros' no se podría hacer hoy en día
¿Qué feedback estás teniendo con la gente tras la emisión de estos formatos?
Muchísimo. Eso es muy bonito. Especialmente a raíz de todo mi planteamiento de la maternidad y mi denuncia de los aspectos más negativos de la maternidad que parece que siempre se quedan en casa y la gente los comenta menos. Yo los comenté y ya sabes cómo los comenté, a pleno pulmón. Fue muy bueno porque fue muy polémico, sin embargo, han generado un movimiento de muchas mujeres saliendo a la acera pública diciendo que por fin pueden hablar de esto, que por fin alguien ha roto esta barrera. Es una cosa que yo no hice intencionadamente, simplemente me expresé y compartí una situación que yo estaba viviendo. A partir de ahí nos dimos cuenta de que tenemos que hablar más de esto, porque esto también forma parte de la maternidad. Yo por ese lado estoy encantada de la reacción, sobre todo de las mujeres. Al mismo tiempo se está dando el fenómeno de que, anunciando que vamos a volver, me llegan muchos mensajes de gente que tiene muchas ganas de que volvamos a Cuatro. Siento el cariño de la gente y me siento muy feliz y valorada.
¿Crees que a día de hoy en los medios de comunicación somos excesivamente políticamente correctos?
Sí. Por ejemplo, el '21 días fumando porros' es un programa que hoy en día no se podría hacer. Han pasado 10 años. Hace 10 años podíamos hacer unas cosas que ahora no se podrían hacer. Estamos en un momento en el que efectivamente lo que impera es la cultura de lo políticamente correcto y hay mucho miedo y autocensura. Nadie quiere meter la pata, todos quieren ser correctos, amables, que no se generen polémicas y no haya líos. Yo creo que es un ciclo. Antes o después volverá el boom.
En estos diez años trabajando en Cuatro has hecho de todo pero, ¿te apetecería hacer un programa en plató?
Sí, la verdad es que me gustaría, pero ahora mismo no es el momento. Acabamos de arrancar esta coproducción y hay que acabarla y hacerlo bien. Pero sí, yo hace tiempo que digo que me veo en plató, claro que sí. Además que, fíjate, tengo 43 años. Es como una evolución natural que me va a permitir llevar un ritmo un poco más sosegado, viajar menos, estar más en casa, tener un horario estable, fines de semanas libres... No estaría mal, por una vez, llevar una vida más rutinario. Yo creo que sí, que antes o después, haré plató.
¿Es cierto que se te propuso presentar las tardes de Cuatro?
Sí, la propuesta fue real, el magacín que presentará Carme Chaparro. Lo que pasa es lo que te digo, que no es el momento de hacer plató porque acabamos de arrancar esta producción. La propuesta era súper bonita, realmente era una oportunidad preciosa. Pero yo tenía un compromiso con esa productora y no era el momento de cambiar. Así que desgraciadamente tuve que decir que no.
Samanta Villar
En 'Cuatro al día' veremos a Adela Úcar, tu sustituta en '21 días'
Sí, lo he visto. Me alegré un montón. A parte he podido hablar con ella y verla y está muy contenta. A día de hoy nos vemos mucho y seguimos teniendo mucha relación. Además, sé que ella quiere seguir haciendo muchísimas cosas en Cuatro. Estoy segura que su regreso a la cadena es para hacer muchas más cosas.
¿Cuesta mucho compaginar tu labor de madre, mujer o amiga con grabar un programa como 'La vida con Samanta'?
Muchísimo, es una locura. La conciliación no existe, no está planteada en este país en términos serios. Todas las familias, no voy a decir mujeres aunque mayoritariamente son mujeres sobre las que recae el esfuerzo de la conciliación, vamos locas. No llegas a todo. Es imposible estar trabajando un mínimo de 8 horas al día -que muchísimas trabajamos muchas horas más- y estar presente en la crianza y en la vida de tus hijos como te gustaría. Es incompatible, se necesita desde ya que nos sentemos a hablar de esto todos los agentes sociales: gobiernos, empresas, sindicatos, trabajadores, familias... Todos nos tenemos que sentar y decir cómo lo hacemos para que esto no vaya en detrimento de nuestra salud mental, porque esto lo que pasa es que vas tan ahogada que no me extraña que haya depresiones.
¿Te ves haciendo 10 años más factuals o prefieres el cambio de formato?
10 años son muchos. Probablemente me queden algunos más, pero creo que está llegando a su fin.
Una de las noticias que afectan directamente a Cuatro es la cancelación de sus informativos. ¿Cómo has vivido esta noticia?
La primera noticia fue muy impactante y sentí mucha pena porque como profesional que desaparezcan espacios informativos me preocupa. Es cierto que con la propuesta que hay sobre la mesa con el magazine de Carme se tendrá un gran espacio para la información, de forma que quizás quedará compensada. Estoy a la espera de conocer bien el proyecto y me gustaría que así fuese.
Me quedé impactada al conocer la cancelación de 'Noticias Cuatro'
¿Crees que toda cadena generalista necesita unos servicios informativos?
En eso sinceramente soy bastante pez, porque yo pensaba que era obligatorio pero ahora mismo la verdad es que no tengo ni idea de si lo es. Yo como periodista te digo que me encantaría que se mantuvieran espacios para la información. Pero claro, eso ya es competencia de otras personas.
¿Crees que Cuatro necesita recuperar ese liderazgo informativo que tuvo hace años y que quizá ahora ha quedado un poquito más desvanecido?
Yo creo que Cuatro es un canal que todavía quiere mantener el espíritu urbano que ha tenido desde el principio, ese espíritu joven y esa conexión con la calle. Y eso está muy bien, que quieran seguir manteniendo esa esencia, que es esencia Cuatro. Y se están probando nuevas cosas, que en ese sentido son buenas noticias. El nuevo espacio con Risto Mejide, el magazine... Está bien. Y que tengan su tiempo para que se vayan acabando de formar y se vayan afianzando.
Samanta Villar en una entrega de 'La vida con Samanta'
Hace meses hablaste sobre la precariedad laboral en Twitter y el tuit se hizo viral. ¿Crees que es necesario que por fin se hable del tema? Porque todos vemos la televisión pero pocos saben lo que hay detrás.
Sí, la precariedad que hay en televisión es insoportable y por desgracia está muy normalizada porque venimos de una crisis tan bestia que parece que ya tener trabajo con cualquier condición ya es en sí mismo la mejor noticia y no hay que pedir nada más. Y yo creo que no. Creo que tenemos que ser exigentes nosotros como profesionales y empresarios de la televisión. Y tenemos que cuidar a nuestro personal y cuidarles es cubrirles y garantizarles los derechos básicos de los trabajadores, eso para empezar. Y luego, además de eso, muchas otras cosas.
Por desgracia, la inmensa mayoría de los programas -que dependen de productoras externas y demás- tienen unas dinámicas ya establecidas en las que, por desgracia, caen algunas de estas coberturas de los trabajadores. A veces de manera justificada, porque el presupuesto no da más de sí, pero otras veces el presupuesto se podría ampliar. Y aún así hay empresas que se ahorran esto. Ahí dije "ya está bien".
En los últimos meses has hablado mucho de censura en los medios. ¿Sigue habiéndola?
Yo nunca he sido objeto de censura directa en mis 10 años en Cuatro. Lo que sí que es cierto y veo en compañeros muchos es que funciona mucho la autocensura, y en esto influye mucho la cultura de lo políticamente correcto y la precariedad laboral. Si tienes miedo a perder tu puesto de trabajo no te metes en fregaos y te limitas tu libertad o capacidad de denuncia. Yo para mí no hay tanta censura como autocensura provocada por lo políticamente correcto y la precariedad laboral.