Samanta Villar se ha llevado un gran susto por fiarse de una farmacéutica que supuestamente le habría ocultado cierta información sobre un medicamento para su hija. Tras esto, la periodista ha querido mostrar su enfado en las redes sociales contando todo lo ocurrido. "Hace unos días me pasó algo en una farmacia que me parece escandaloso. Mi hija se levantó por la mañana con una tos bestia. Lo peor no era la tos en sí sino la frecuencia. Tosía cada 10 segundos, imparable", comenzaba relatando.
Samanta Villar
Es por esta razón por la que rápidamente entró en la farmacia y poner remedio. Villar cuenta que, una vez dentro, "la farmacéutica en seguida habló de dos jarabes, pero me recomendó uno de los dos. Confié en ella y cogí el que me recomendaba". Hasta ahí todo bien, aunque ya le sorprendió el precio (más de 10 euros) pero todavía le llamó más la atención la dosis: "Me dijo que le diera un tapón cada hora. Me sorprendió, porque ningún medicamento se suele tomar tan a menudo".
Pese a que le sorprendiera, Villar confió y siguió las indicaciones: "Pagué, le di un chupito de jarabe a mi hija todavía dentro de la farmacia, y salí. Al cabo de una hora repetimos dosis y al cabo de dos también. Fue a la tercera cuando mi marido me hizo ver algo". Resulta que el jarabe era homeopático, algo que no le hizo ninguna gracia a la periodista, sobre todo porque nadie le había informado de esto.
"Me quedé de piedra"
"Me quedé de piedra, porque la farmacéutica no me había alertado", cuenta Villar, aunque reconoce en parte su propio error: "Es obvio en la caja, pero ¿quién mira la caja si te lo recomienda un farmacéutico?". Por ello, asegura que "si me hubiera informado, yo habría podido elegir si le daba algo a mi hija cuya eficacia no está comprobada científicamente o no".
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Tras contar todo esto y viendo la repercusión que estaba teniendo su mensaje, Villar ha atendido a aquellos que han querido también relatar un episodio similar. "No he podido volver a hablar con la farmacéutica. Algún día me gustaría hacerlo. Lo peor que ahora voy con cuatro ojos con el personal farmacéutico", concluía la periodista lamentando el trato recibido.