De protagonizar series a tener una vida de película. Así se podría resumir la trayectoria de Sandra Blázquez, uno de los rostros más conocidos de la pequeña pantalla y que, a día de hoy, ha cambiado las luces de los photocalls por pupitres en Kenia. La que diera vida a Alma en 'Física o Química' ha emprendido su propio proyecto de cooperación en África, Idea libre, que desde 2014 intenta levantar una escuela para los niños del país.
Sandra Blázquez como Alma en 'Física o Química'
Así en 2014 nació su ONG, formada tan sólo por ellas dos y que, actualmente, se mantiene con las aportaciones de 203 socios. Idea libre opera en Kampi-Ya-Chumvi (Kenia), "un poblado seco con 400 personas donde las mujeres se prostituyen desde los 12 años", describe la actriz. En un principio, el proyecto empezó con un solo aula, 80 alumnos y dos profesoras. Ahora, han logrado ampliar a 100 niños, cuatro salas, cuatro docentes, dos vigilantes, una cocinera, cinco letrinas y un pozo. "Queremos que esos chicos crezcan con posibilidades, con pensamiento libre, que puedan soñar con vidas de película", cuenta Blázquez.
Un futuro en construcción
"Muchas veces pienso que es incompatible ser actriz con la cooperación. Eso de estar siempre bien vestida, guapísima, ir de photocall en photocall, mostrarse en redes... Porque, en esta profesión, si no haces todo eso, eres un bicho raro", desvela Blázquez. La actriz se encuentra en una encrucijada entre su profesión y su misión social: "No sé si podré con las dos cosas a la vez... Hay una parte de mí que me dice que me olvide del cine. Y que crezca".
Mientras tanto, sigue hacia delante con el proyecto. Desde febrero la actriz se confiesa en paro, trabajando en el bar de su familia. Por un lado, espera que suene el teléfono para un nuevo proyecto en la pequeña o gran pantalla. Por otro, siempre el mismo problema: "Tenemos la mente allí".