Sanem libera a Can de las ataduras de su relación en 'Erkenci Kus': "No aceptaré que seas un hombre distinto"

Los protagonistas de 'Erkenci Kus: Pájaro soñador', Can y Sanem, por fin están juntos tras muchas dificultades y, sobre todo, tras descubrir las mentiras de Yigit, quien optó por marcharse al otro lado del mundo tras verse derrotado. Sin embargo, cuando la relación parecía ir marchando a buen paso, una confesión por parte de Can hizo reflexionar a la escritora sobre el futuro que podían tener juntos.

"El mar me permite enfrentarme a mí mismo. Cada sitio nuevo me permite conocerme. Poder irme me recuerda que soy libre", reconoció el fotógrafo. Unas palabras que calaron profundamente en Sanem, quien le había pedido que "no volviera a dejarla otra vez" y que llevaron a la escritora a pensar en aquello a lo que Can podría estar renunciando de quedarse a su lado. "Le he obligado a vender su alma", se dijo Sanem, angustiada ante la posibilidad de que el fotógrafo no fuera feliz a su lado.

"Quiero que vuelva a mi corazón, pero no quiero que vuelva ya", aseguró la escritora, quien de inmediato se puso a buscar una solución con la que poder devolverle a Can esa sensación de libertad tan preciada para él. Una búsqueda que concluye cuando a Sanem se le ocurre recuperar el barco que Can había vendido tiempo atrás. "Le he pedido un adelanto a mi editor americano y me lo ha enviado. Y he recuperado tu barco", explicó Sanem al mostrar el barco ante un sorprendido y desconcertado Can, que no dudó en darle las gracias por el gesto.

"Tú decides"

"No puedo aceptarlo", reconoció el fotógrafo, no obstante. "Lo vendí porque era lo que tenía que hacer, todos necesitábamos el dinero. Además, yo no necesito el barco", declaró Can, sin convencer a la escritora. "Sí que lo necesitas. Ese barco es tu libertad, representa tu alma. Ese barco es tu personalidad", afirmó Sanem, antes de señalar que eso era algo que el dinero "no podía comprar". "Mi vida, no quiero que te conviertas en un hombre distinto. Has entrado en la jaula por mí, yo solo te estoy abriendo la puerta. Puedes aceptar el barco o no. Tú decides", lanzó la escritora, dejando la decisión en manos de Can.