La noche del jueves 16 de septiembre, 'Secret Story: La casa de los secretos' emitió su primera gala una semana después del estreno, de nuevo con Jorge Javier Vázquez como presentador. Una cita en la que el reality se despedía por primera vez de un concursante, después de que los habitantes de la casa pusiera en la palestra a Emmy Russ, Cristina Porta y Chimo Bayo, quien finalmente fue el primero en tener que despedirse del reality.
Emmy Russ, Chimo Bayo y Cristina Porta en la primera gala de 'Secret Story'
"Quiero seguir demostrando quién soy y lo que valgo", apostaba Russ, al comienzo de la gala, mientras Porta confesaba sentirse "nerviosa, pero he cambiado mis pensamientos negativos". "Aunque fuera la primera expulsada, me iría contenta porque me llevo a una persona muy especial", añadía la periodista, en referencia a su inseparable compañero Miguel Frigenti, antes de que el programa mostrara los porcentajes del reparto de votos: 2,3%; 21,1% y 76,6%. A continuación, se dio a conocer quién de los tres era la primera salvada de la noche, Russ, dad el bajísimo porcentaje de votos en su contra.
"Me gustaría seguir. Ha sido una semana de ir conociendo gente e ir integrándose", reconocía Bayo. Además, Porta reconoció que "creo que ya está decidido y agradezco el apoyo. He disfrutado mucho esta semana". "He visto a una Cris que no me representa. No es la peli que yo he vivido y puede ser que he quedado de una manera que no soy", apuntaba la concursante, segura de que ella sería quien tendría abandonar la casa, algo que finalmente no ocurrió. A la hora de anunciar la expulsión de Bayo, los porcentajes se situaban en un 25,6% y un 74,4%, algo que sorprendió a Porta, quien no pudo contener su alegría, aunque llegó a dudar de la veracidad de la noticia. "Por un lado, me están esperando. Por otro, me habría gustado quedarme", reconocía el eliminado, antes de despedirse de su compañera.
"Hice un milagro"
Antes de abandonar la casa, Bayo pudo compartir con la gente cuál era exactamente su secreto: "hice un milagro". "En el 93, recibí una llamada de mi mánager para visitar a un chico con cáncer al que daban por perdido. Tenía una foto de Jesucristo y otra mía", explicó el artista, quien habría llegado "asustado y con la idea de despedirme de un chico". "Estuvimos hablando durante media hora, porque me imponía mucho la cuestión. Tenía un cáncer incurable", recordó el valenciano.
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Tiempo después, Bayo recibió una llamada de los padres del chico, de quien anunciaron que "se había salvado, se había recuperado". "He estado en su boda, en el bautizo de su hijo. Es una de las cosas más bonitas que me han pasado. Pone milagro, pero yo no sé lo que fue", confesó el DJ. Asimismo, Bayo quiso dejar claro, antes de abandonar la casa, que "tengo una imagen cuando actúo, pero soy una persona muy cordial. He intentado acercarme, pero eran círculos un poco cerrados. Yo iba picando un poco para ver en qué sitio me sentía más cómodo".