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Los más de tres meses que pasan los concursantes de 'Supervivientes' en Honduras en esas condiciones extremas terminan por pasar factura. Una vez que llegan a España, el proceso de adaptación a la que era su vida es lento, como ya hemos visto en otras ocasiones con otros participantes. Después de 100 días de aventura, Blanca Manchón ha compartido un vídeo en el que ha explicado cuáles son las secuelas que sufre.
"Lo más radical al volver han sido los ruidos. Una sirena, el pito de un coche...", relataba en su cuenta de Instagram, donde aseguraba que la tranquilidad vivida en los cayos es muy diferente al jaleo de la ciudad. En este sentido, también ha indicado que le cuesta andar por una calle con mucha gente que tiene varias conversaciones a la vez. Es más, incluso en el momento en el que escuchó el ruido del motor del avión le entraron ganas de salir de ahí.Blanca Manchón en 'Supervivientes 2024'
"Otra de las cosas que llevo un poco mal es el comer con cuchillo y tenedor", confesaba, pues siente el impulso de coger la comida con las manos, como hacía en 'Supervivientes'. Además, el continuo pensamiento que ha vivido relativo a la falta de comida le provoca que no pueda ver nada de comida y no le entre el nervio de guardársela o comérsela directamente.
Dormir en el suelo
La deportista no ha revelado ninguna secuela física más allá de las heridas que tiene en piernas y brazos y que se deben a las picaduras de los mosquitos, a las pruebas de recompensa o a coger leña. En el vídeo ha revelado especialmente todas las que tiene de carácter psicológico y, entre ellas, una muy habitual en los exconcursantes: la necesidad de dormir en el suelo. "Por la noche estoy en una cama normal y a las 4 de la mañana me tiro al suelo duro, frío y duermo como un bebé", contaba.