El pasado miércoles 6 de marzo, 'Callejeros' regresó a Cuatro diez años después de su última emisión. La segunda etapa de uno de los programas más míticos de Mediaset volvió con varias novedades, como los fichajes de Fanny Boehm, Adolfo Zarandieta y Silvia Ruiz, que acompañarán a Nacho Medina, director y único reportero que se mantiene, para trasladar a los espectadores las historias más increíbles de la calle. Además, el programa ha sumado a un quinto callejero, Benja Serra, que se encargará de publicar contenido de cada entrega en redes sociales.
Señor Mono toma el relevo de Molinos de Papel, antigua productora de 'Callejeros'. El primer programa de esta segunda vida para el formato trató de los vecinos molestos, y en la entrega del miércoles 13 de marzo a las 22:50, Silvia Ruiz se estrena visitando Las 3.000 Viviendas en Sevilla. La periodista, junto con su compañero Adolfo Zarandieta, nos cuentan cómo se incorporaron a 'Callejeros' y narran algunas de sus experiencias durante la grabación de sus reportajes.
Adolfo Zarandieta, Fanny Boehm, Nacho Medina y Silvia Ruiz
Adolfo, ¿hacías algo parecido a 'Callejeros' en Huelva?
Adolfo Zarandieta: Sí, bueno, yo vengo de una televisión, la televisión pública de Huelva, la televisión municipal, y ahí hacíamos un 'Callejeros', evidentemente al ser un medio público, pues muy light y muy muy institucional. Allí no podía quedar nadie mal ni decir nada fuera de tono, era un poco privado. Y yo me acuerdo cuando me llamó Nacho, que no me contó que era para 'Callejeros' porque aún no me lo podía decir: "Esto es un proyecto de televisión nacional, entrevistas más duras, más directas…". Y yo: "Bueno, bien". "Tú, ¿cómo lo ves? ¿Te irías a Madrid? ¿Lo harías?". Yo digo: ""Me voy mañana, claro, evidentemente". Y ya cuando me dijo que era 'Callejeros'... Me acuerdo que estábamos rodando ese programa y me manda un WhatsApp, estaba el cámara grabando recursos, y me dice: "Adolfo, ya te lo puedo decir, tu candidatura es para este programa". Me manda un enlace, un digital, y pone: "Vuelve 'Callejeros'". Me quedé así, que me acuerdo que vino el cámara y me dijo: "¿Qué haces? Espabila". Y digo: "Perdón, que me pillas ahora mismo en mi mundo". Evidentemente hice el peor programa de mi vida porque tenía la cabeza a miles de kilómetros o a cientos de kilómetros de allí. Pero sí, es muy parecido, pero con el filtro de saber de que al ser un canal público, a quién entrevistas no puede quedar mal porque va a llamar al ayuntamiento y va a decir: "Oye, que me has sacado diciendo tal, esto quítalo".
Silvia, ¿tú cómo llegaste al programa?
Silvia Ruiz: Pues yo he trabajado siempre en formatos diarios, estaba en 'España directo', 'Madrid Directo', en 'Hablando claro' en TVE… Y tal cual lo ha dicho Nacho, debieron de rastrear lo más grande. Yo recibí un mensaje por Instagram: "Oye, Silvia, cuando puedas devuélveme la llamada, este es mi teléfono. Tengo algo que contarte". Y yo estaba en ese entonces, porque daba muchas vueltas, yo estaba: "Me tiro en plancha a todo lo que va viniendo de proyectos y demás". Acababa de estar en 'Hablando claro', en TVE, que duró un año, y acababa de aterrizar por quinta vez en 'Madrid Directo'. Porque para mí 'Madrid directo' siempre ha sido como casa, siempre que me han salido proyectos me iba, volvía, me iba, volvía… Y llevaba pues como un mes o así en 'Madrid directo' de nuevas por quinta vez. "Llámame…". Y le llamé y me dice: "Nada, me gustaría verte y contarte…". Pero claro, como dice Adolfo, no nos contaron nada, que es un proyecto, que me iba a gustar… Y yo: "Nacho, ¿cómo me voy a ir ahora otra vez, por quinta vez, de 'Madrid directo'? Que para mí ha sido, pues eso, hogar". "Silvia, porque no te vas a arrepentir". Poco a poco te iba contando cosas, pero yo en ningún momento caía que lo que venía detrás era 'Callejeros'. Realmente, a mí lo que me hizo lanzarme y decir que sí fue cuando ya supe que era 'Callejeros', por la marca, porque creemos que es un reto a nivel profesional brutal brutal, brutal. Y bueno, aquí estamos, con la ilusión, con mucha responsabilidad por lo que hemos ido contando, y al final está aquí el nivel. Entonces, pues bueno, intentar volver a dar lo que se dio hace diez años, que creo que va a ser un reto complicado.
A. Z.: Sí, apasionante. Hombre, evidentemente es historia de la tele 'Callejeros', es un programa histórico. Y cuando te llaman y dicen: "Mira, que he pensado que va de maravilla, das el perfil para 'Callejeros'", tú te quedas así, y de verdad que necesitas un tiempo para asimilar lo que va a suponer. Y desde el día uno, yo me acuerdo que el nivel de exigencia…
S. R.: Yo empezaba a hacer un reportaje ese día de un incendio en una vivienda y todavía no había empezado, y me quedé así, en plan: "Ostras". Y se me saltaron las lágrimas, y el cámara: "¿Qué pasa?". Y yo: "Mira, es que te lo tengo que contar. Que lo que me habían llamado era para 'Callejeros'". Y él: "¿Qué dices?". Y ya fue rodado, ese día estaba en un incendio, cuando me enteré, se me saltaron las lágrimas. Lo primero que hice fue llamar a mi madre: "¡Mamá! No te lo vas a creer, que es para 'Callejeros'". "¡Anda! ¿Pero te vas a lanzar otra vez?". "Hombre, pues por supuesto". Y ahora pues me dice: "Qué bien, madre mía, la de veces que me dijiste cuando estudiabas periodismo que querías formar parte de eso". Porque al final era el sueño de cualquier periodista que estudiara periodismo.
Y a la hora de grabar, ¿habéis sentido esa presión de igualar a los anteriores reporteros? ¿O habéis ido más por vuestro camino?
S. R.: No, yo en mi caso creo que cada uno tiene su identidad, y yo creo que éramos cuatro reporteros con la misma ilusión, pero yo creo que cada uno tiene su identidad, y yo creo que tampoco te vas fijando en lo que hacen otros. Es verdad que te sirve de referencia, de ejemplo, porque son referencia. Muchos de ellos han sido estrellas, eso todo el mundo lo sabe. Pero no, cada uno va siendo un poco como es él, yo no me he fijado… Con las ideas muy claras de Nacho, porque capitaneados por él, es verdad que…
A. Z.: Sí, yo tampoco es que tuviera mucho tiempo. Sabes que, evidentemente, de 'Callejeros' han salido estrellas de la tele y reporteros que hoy son referencia. Es que, poco antes de la llamada de Nacho, estaba viendo de nuevo un programa de Jalis de la Serna, estaba en mi casa, y le decía a mi novia: "Qué reportaje más chulo". Pero te estoy hablando de que esto fue una semana antes de que me llamase Nacho, de que me agregase también al Instagram Nacho y me dijera: "¿Me puedes pasar tu teléfono?". Entonces, tienes la referencia, pero es cierto que a veces no tienes tiempo, estás tan concentrado en la historia, en lo que te está contando… Historias que, además, te atrapan por completo, es que te atrapan y empatizas de una forma que… Mi primer reportaje fue sobre hambre, se llama "Neveras vacías", y va sobre personas que, como os contaba Nacho, gente que vive en la calle y no tiene para comer, el pobre estándar que hemos conocido todos, a ese nuevo perfil actual de personas con trabajo… Me fui un día a un sitio, desayunando en San Antón con el padre Ángel. Me decía un señor mayor: "Tengo una pensión de 1.200 euros". Dije: "Caballero, ¿usted qué hace aquí desayunando?". "Porque tengo tres hijos en paro, entonces mi pensión se la doy a ellos, porque tienen además hijos, tengo nietos, y mi pensión va entera para ellos. Entonces vengo a desayunar, porque al menos me garantizo que voy a comer una vez al día". En ese momento estás concentrado, pero pensabas en lo que te había dicho, y yo recuerdo estar con Álvaro, con el cámara, estar ambos un rato en silencio comiendo o en el coche digiriendo un poco lo que nos había contado. Es muy bueno.
¿Os habéis quedado con números de teléfono?
A. Z.: En la promo sale un señor, grabando al banco de alimentos de Valencia, que hacen en Mestalla, en los bajos de Mestalla, del campo de fútbol, hacen un reparto de alimentos. Y estábamos grabando ahí a los voluntarios, y un señor con unas gafas de sol, rapado, con la cabeza totalmente tatuada, y le dije: "Caballero, ¿es usted voluntario?". Y dice: "Sí, sí". Aparece en la promo: "Yo soy el rey de la noche valenciana, soy el primer stripper de España". Y mirabas al cámara y dices: "Espérate, espérate. Cuénteme su historia. ¿Quién es usted?". Y el tipo pues nos contaba, no recuerdo de qué país era, pero que llevaba tiempo en España, que toda su vida ha estado dedicada a la noche, a ir de clubes en la ruta del bacalao valenciana, pero que a él lo que le llena, ya con cincuenta y tantos años, es ayudar al prójimo. Evidentemente, conocimos su historia, que es muy bonita, y cuando acabamos le digo: "Perdona, dame tu teléfono, que si hacemos un 'Callejeros Fiesteros', evidentemente tú tienes que estar".
Silvia Ruiz
A. Z.: La gente lo sabe, y eso es un temor. A mí me han dicho muchas personas: "Oye, yo te cuento mi historia pero yo no quiero ser un meme". Me lo han dicho mucho: "Yo no quiero ser un meme".
S. R.: Sí, temen hacerse viral por contar su historia, o estar estigmatizado de que le señalen por… Yo, por ejemplo, he estado con clientes de, ahora el último que he hecho es "Sexo de pago". Pues hemos tenido testimonios de clientes, tenemos los clientes que han salido atrás en sombra: "No quiero que se me reconozca". Y otros que han salido a cara descubierta, y todavía con la cosa de, por eso de señalar. Pero al final son historias, son gente que es su vida, y que muchos piensan: "Es que no tengo nada que esconder": Ni ese cliente, ni esa trabajadora sexual: "Estoy orgullosa de mi trabajo y esto es lo que hago, no tengo nada que esconder". Pero sí, sí que da, a algunos les da un poco de…
S. R.: No que quieran ser un meme, sino: "Me encanta la televisión. Si hacéis más cosas, vuélveme a llamar, me lo he pasado en grande, vuelve a contar conmigo…". Eso pasa, eso pasa.
S. R.: "Todavía no, todavía no". Sí es verdad que te van preguntando. El primer programa lo grabamos ya hace un tiempecillo.
¿Notáis, por ejemplo, si os cuentan trolas?
S. R.: Yo todo el mundo que me he encontrado es como es, en Las 3.000 la gente es como es, luego he hecho otro de control de fronteras de aduanas, que he estado con vigilancia aduanera, y con Guardia Civil. De hecho, el día que terminamos de grabar en Algeciras fue el día de la trágica noticia de los dos guardias civiles que fallecieron, me acuerdo que ese día salíamos de allí porque habíamos estado grabando todas esas semanas. Y luego el último de "Sexo de pago", que es esa trabajadora, ese cliente, que te cuenta todo, se desnudan, en sentido literal… De todo.
Sobre el reparto de temas, ¿elegís vosotros?
A. Z.: "Tú tal tema", y tú ya te pones a producir, a preparar…
S. R.: Algunos te da para producir algo, y luego otros sí que te dejas días para hacer calle. Yo por ejemplo para este de "Sexo de pago", que ha sido el último, sí que tenías producidas cosas, y luego otros días que te dejas. "Pues oye, vamos a patear, nos vamos a ir por el centro de Madrid, nos vamos a ir por tal para ver qué nos encontramos".
A. Z.: En "Hambre" es igual, queríamos para cerrar el repor, que estás en el umbral más extremo de la pobreza, gente que busca en los contenedores para poder comer cada día, y eso evidentemente tú no puedes producirlo, ¿a quién vas a llamar? Y eso fue dedicar un día entero a patear, en este caso fue Sevilla, patearnos Sevilla, contactar con la policía, con los recogedores de la basura, que un poco nos orientaban, hasta que al final de todo un día, pateándonos Sevilla, las Barriadas y tal, vimos a un señor que lo hacía. Hablamos con él y nos dejó que lo acompañásemos. Pero claro, es que eso no lo puedes producir previamente.
S. R.: Algunos testimonios se producen, y otros te los encuentras buscando mucho.
A. Z.: O el parto, que intentábamos grabar un parto, lo hemos conseguido. Pero claro, tú te ibas a un hospital y dependes primero de que haya un parto, y segundo, que la madre quiera. Vamos para allá, una señora así, a punto de parir, "Hola, señora, de 'Callejeros'. ¿Le puedo grabar el parto?". Evidentemente, no es sencillo, perdimos un par de noches, pero en la segunda, lo conseguimos. Y además, un poco de spoiler, por cesárea, que es más complicado que te permitan… Y es más duro.
Adolfo Zarandieta
¿Cuánto tiempo habéis podido dedicar a los reportajes? Porque hablabas de que es un cambio grande respecto a los formatos diarios.
S. R.: Claro, para mí todo lo que no sea diario me parece un mundo. Yo, todos los reportajes que he hecho en TVE han sido tres minutos, dos minutos y medio, y de bruto yo me llevaba 20-25 minutos. Esto es… Yo ya no pregunto, al principio era como: "¿Pero cuántos minutos nos daba hoy?". "Pues unos 120". Y yo: "¿Cómo?" 120 minutos es muchas horas de grabar, que a mí por ejemplo se me hace raro. Cada programa tiene más o menos una semana de producción para empaparte de testimonios, del tema… Y luego tenemos diez jornadas de rodar, que tú te las vas distribuyendo en función, y luego otra semanita para editar.
A. Z.: Yo me acuerdo que Nacho me preguntó por teléfono, una de las primeras llamadas, segunda o tercera: "¿Tú en el programa que haces en Huelva, cuánto ruedas de bruto?": "Yo calculo que unas tres horas, tres horas y media. ¿Y en 'Callejeros'?". Me dice: "Unas 20". Digo: "Bueno, está bien".
S. R.: Y yo unos 20 minutos, porque al final era actualidad: "Vale, tengo el testimonio, corre, monta, edita… Y luego entras en directo". O sea, pues para mí esto es un lujo el poder exprimir y el poder ir con la calma, que todavía me llama la atención: "¿Cuántos minutos?".
A. Z.: Silvia, estarás conmigo en que es fundamental la pausa, la calma, para que la persona se te abra. Como dije antes, de verdad, hay mucha gente, todo el mundo te dice: "No, pero yo te cuento hasta aquí, por esto no me vayáis a preguntar". Y luego te das cuenta y dices: "Me estás contando… O sea, te has desnudado completamente, metafóricamente hablando, ante mi". Pero eso necesita una entrevista de preguntar, repreguntar…
S. R.: Al principio les vas viendo un poco así, tal, y cuando han pasado cinco horas es otro, no tiene nada que ver.
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A. Z.: Ves que algo te esconde, que no te lo cuenta todo… Dices: "Espérate".