'First Dates Hotel' abrió las puertas de su resort de ensueño para recibir a nuevos solteros que acudieron con muchas ganas de encontrar el amor. Tantas ganas traía uno de ellos que incluso trató de ligar con una de las camareras del programa, Arianna Aragón, momento en el que Carlos Sobera tuvo que intervenir para pararle los pies.
Fran, un apasionado del deporte y de su propio físico, "el típico tío chulo", tal y como se definió, acudió al dating show muy seguro de sí mismo y con la certeza de que iba a encontrar el amor. Antes de su cita, el soltero se relajaba en la piscina del hotel, pero no perdía el tiempo y aprovechaba para intentar ligar con dos huéspedes que también estaban tomando el sol. "¿Cuál de vosotras es mi cita esta noche?", les preguntó, antes de que estas le respondieran que ninguna. "Está feo que yo lo diga, pero con las chicas siempre se me ha dado muy bien. Ayuda mucho el físico", confesaba en totales el soltero.
'First Dates Hotel'
Momentos después apareció Aragón, que le dio la bienvenida al resort y le preguntó qué quería tomar. "Mejor no te digo lo que quiero... He venido a encontrar el amor, no me quiero portar mal", le expresaba entre risas el soltero mientras también trataba de ligar con ella. "A ver, ¿qué me cuentas?", le preguntaba la camarera mientras se sentaba en la hamaca de al lado. "Lo sabía", le confesaba él a Aragón, que no entendía el qué. "Vas a ser tú mi cita. Que sí, hombre, con esas miraditas... Tú eres mi cita", le explicaba Fran. "¡No! Yo estoy aquí para servir y poneros a disposición del amor", le contestaba la camarera.
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Sobera al rescate
El flirteo de Fran se cortó en seco cuando apareció Carlos Sobera en la piscina, que llegaba para "rescatar" a Aragón, tal y como le explicó al soltero. "Está pasando demasiado tiempo aquí y tiene que trabajar y atender a más clientes", le explicaba el presentador. "Es mi cita, ¿no?", insistía de nuevo Fran. "No, no es tu cita, y es mejor que lo sepas desde ya", expresaba ya más serio Sobera. "Si mi cita va mal, sí va a ser mi cita (...) No pongas camareras tan guapas. ¿Qué culpa tengo yo? No soy de piedra", soltaba el soltero mientras ella abandonaba la piscina. "Lo que tienes que hacer es estar aquí tranquilito tomando el sol y no tocarme a mí las narices", contestaba el presentador. "Me porto bien, Carlitos", le prometió finalmente él.