Hace una semana, Atresmedia sorprendía con la publicación de un comunicado en el que confirmaba el fichaje de Sonsoles Ónega de cara a la próxima temporada televisiva. Esta incorporación suponía entonces la marcha de la presentadora quien, de hecho, vivió su último programa al frente de 'Ya es mediodía' ese mismo 11 de julio, sin una despedida de cara a la audiencia. Desde entonces, muchos han sido los rumores por la precipitada marcha de la madrileña, entre los que se apuntaba a una posible negociación a espaldas de la compañía. Sin embargo, ha salido a la luz que eso estaría muy lejos de la realidad: Ónega tomó su decisión en las 48 horas previas a que saliera a la luz su fichaje.
Tal y como informa El Mundo, fuentes próximas a Ónega defienden que la periodista "ni ha negociado a espaldas de Mediaset ni ha traicionado a nadie": "Tampoco es verdad que Atresmedia haya ido a pescar a la competencia para hacer daño, se le hizo una oferta, porque es una de las presentadoras más queridas por la audiencia, y ella ha aceptado. La sorpresa fue que estaba disponible... pero eso ha sido todo". De hecho, aseguran que las negociaciones no se han producido a lo largo de semanas o meses, sino que todo se gestó en 48 horas, puesto que la presentadora decidió aceptar la oferta de Atresmedia el fin de semana previo al comunicado de Atresmedia el 11 de julio. Ónega se habría llevado toda una sorpresa cuando recibió una llamada de la compañía y, en lugar de proponerle la adaptación de su última novela "Mil besos prohibidos" de Editorial Planetal, editorial del grupo, le ofrecieron situarse al frente de un programa de actualidad en la próxima temporada televisiva.
Sonsoles Ónega en 'Ya es mediodía'
El proyecto, aunque aún se está perfilando, parecía apuntar a que sería para largo y la presentadora habría considerado la oferta a lo largo del fin de semana, contando incluso con la opinión de su padre, Fernando Ónega, y su hermana Cristina, quienes fueron los únicos al tanto de todo. "Yo no tuve ninguna duda, es una oportunidad única que se le ha presentado en un momento perfecto de su carrera, a los 45 años. Me llamó muy nerviosa para contármelo y le dije que, profesionalmente, no tenía más remedio que aceptar porque es una oferta de esas que solo se te presentan una vez en la vida y sería suicida no hacerlo", declaró el padre de la madrileña a El Mundo. Tanto su hermana como su padre no fueron los únicos que tenían claro el cambio de compañía, sino que la propia Ónega también se mostraba a favor del cambio a pesar de que dejar Telecinco, cadena en la que ha trabajado durante catorce años, le resultaba "durísima".
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"Deja un montón de amigos"
"Ha sido su cadena durante mucho tiempo, allí ha aprendido muchísimo y deja también un montón de amigos", explican desde su entorno. Asimismo, la madrileña lamenta que no le hubieran permitido despedirse ni de la audiencia ni de sus compañeros del formato, más allá del comentado toque sobre el corazón, "algo que ya había hecho un millón de veces". Al concluir la que fue su última entrega, Ónega acudió al despacho de Paolo Vasile para comunicarle personalmente su marcha, dispuesta a finalizar la temporada, pero no a negociar o a recibir una contraoferta, dado que la decisión estaba tomada. Algo que no habría gustado al empresario, puesto que en Telecinco se veía a la escritora como posible sucesora de Ana Rosa Quintana a largo plazo, por lo que ni al empresario ni a Unicorn Content, su productora, le habría sentado bien su marcha, tal y como se dio a conocer el día después de que se confirmara su salto a Atresmedia.