'Juego de Tronos' llega a su fin tras 8 años en emisión. Sophie Turner, Sansa en la ficción, sólo era una adolescente cuando comenzó el proyecto. La actriz ha crecido rodeada de la presión mediática que supone tener un papel principal en una serie tan popular. Tras dar por finalizado el rodaje, Turner empezó a hablar abiertamente de cómo le afectó esta presión.
Sophie Turner como Sansa Stark, en 'Juego de Tronos'
La actriz habló con El País sobre cómo era vivir sin 'Juego de Tronos' después de tantos años: "¡Ahora puedo dormir más!", decía Turner entre risas. Tras haber declarado lo mucho que le afectó a su autoestima estar en el foco mediático, la actriz aseguró que ahora está experimentado un periodo de expansión personal: "Ahora estoy aprendiendo a conocerme mucho mejor, a saber quién soy, a averiguar cuáles son mis aficiones además de pasarme el día actuando".
La actriz tuvo que convivir con continuos comentarios negativos respecto a su físico y capacidad actoral, que la llevaron a una depresión. Sin embargo, Turner parece haber encontrado la manera de sobrellevarlo: "Está siendo una etapa bastante agradable, la de encontrarme a mí misma de nuevo". Además, la actriz defiende hablar abiertamente de las enfermedades mentales: "Debemos luchar contra el estigma que rodea a cualquier tipo de enfermedad mental".
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Más allá de 'Juego de Tronos'
Sophie Turner es una actriz con muchos proyectos en el horno. Actualmente, se encuentra promocionando su última película: "X-Men: Fénix Oscura". La actriz ya ha participado en otra entrega anterior de la saga, "X-Men: Apocalipsis, y, de hecho, Turner ha confesado que su círculo más cercano está deseando ver la adaptación del cómic. Además, confiesa que su apoyo hacia a ella es total y constante.