'Supervivientes 2019' está a punto de llegar a su fin y, con él, el sufrimiento de los concursantes que aún sobreviven en las playas hondureñas. Durante más de tres meses, los supervivientes han tenido que aguantar tormentas, una insaciable hambre, cortes, miembros dislocados... y un sinfín de calamidades. La última en ser víctima de la tensión y presión ha sido la nominada de la semana junto a Dakota Tárraga, Mónica Hoyos.
Albert Álvarez consuela a Mónica Hoyos en 'Supervivientes 2019'
Con intención de distraer a la expareja de Carlos Lozano, Albert Álvarez proponía a Hoyos ir a pescar unos cuantos peces al mar. Tras un rato bajo el agua, ambos han tenido que salir debido al ataque de ansiedad que estaba sufriendo la colaboradora de Telecinco. "Estoy bien, se va a pasar", insistía la peruana entre lágrimas ante un cariñoso y compasivo Álvarez, que no paraba de intentar calmar a su compañera con palabras de ánimo: "Estás luchando como una campeona".
La exconcursante de 'Gran Hermano VIP' se encuentra otra semana más sobre la palestra, esperando la decisión de la audiencia, hecho que le produce una agobiante incertidumbre que ha podido con ella tras un "mal" alegato en el programa presentado por Jordi González en Telecinco 'Supervivientes: Conexión Honduras'.
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Un alegato que no determina el concurso
"Siempre los he hecho súper cerrados y ayer estaba tan nerviosa que fue malo", se explicaba con sus compañeros, los cuales le recordaban que el alegato no determina la decisión de la audiencia de cara a la expulsión. Hoyos, sin embargo, seguía insistiendo en que para ella "todo suma" y que su fallido discurso para defender su continuidad le seguía preocupando, ya que ella misma admitía que había venido al concurso para llegar a la gran final y hacerse con el premio de 200.000 euros.