Tras la salvación de Asraf Beno en 'Supervivientes: Tierra de nadie', 'Supervivientes' alcanzó su décima gala semanal el jueves 4 de mayo, con el concurso de Diego Pérez, Alma Bollo y Jonan Wiergo en manos de la audiencia. Una votación que se resolvió con la eliminación de Pérez, quien se mide por última vez con Artùr Dainese y Jaime Nava para evitar la expulsión definitiva, dado que ambos Olvidados se reúnen por fin con el resto de concursantes.
Wiergo fue el primero en descubrir que continuaba formando parte del reality, lo que provocó en el superviviente gritos y saltos de alegría: "Gracias a la gente que me apoye desde hace muchos años. Sigo aquí a tope". A él lo siguió Bollo, por lo que Pérez resultó ser el eliminado de la noche para sorpresa de varios de sus compañeros. "¡Muchísimas gracias a la gente que me apoya, no sabéis la alegría que me dais! ¡Os quiero muchísimo!", soltó la feliz sevillana, mientras el cántabro se despedía uno a uno de sus compañeros, incluido Asraf Beno, antes de lanzar una reflexión bastante acertada sobre su expulsión.
Alma, Diego y Jonan antes de conocer la eliminación del segundo en 'Supervivientes'
"Creo que estaba haciendo un buen reality, pero me vi involucrado en el conflicto del jueves pasado y quizás tendría que haber sido más claro, pero yo soy fiel a mis principios y, en este caso, era la pareja de un amigo la que estaba involucrada. Prefiero irme a mi casa que traicionar a un amigo", declaró Pérez, en referencia a su silencio con respecto al encontronazo entre Beno y Yaiza Martín, el cual propició la expulsión de la canaria gracias al testimonio del cámara que lo escuchó todo. El concursante aseguró, además, que "no me arrepiento, lo haría una y mil veces, aunque esté mal. Creo que eso es lo me ha perjudicado, pero soy así". "Me voy con la cabeza alta aunque me duela", remató el cántabro.
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Adara y Diego firman la paz
"No me lo esperaba. Sé que Diego se va y se va un amigo grande aquí, fuera y para siempre", declaró Ginés Corregüela, a quien el cántabro otorgó una ventaja antes de su marcha, mientras que el lastre se lo dio a Adara Molinero, a pesar de que "no me quiero ir de mal rollo con nadie", pero a raíz "del número de broncas" que habían protagonizado y por el hecho de que lo nominara directamente. Una ocasión que, a pesar de todo, propició que ambos concursantes firmaran la paz con un abrazo, animados por Jorge Javier Vázquez. "De corazón, me quedo con los momentos buenos", declaró la madrileña.