Hace poco se conocieron los planes de Netflix de lanzar una nueva modalidad de suscripción que incluirá anuncios, en colaboración con Microsoft. Esta función, que se prevé que sea incorporada a principios de 2023, renuncia a uno de los grandes reclamos de la plataforma de streaming: la posibilidad de poder ver lo que el espectador quiera, cuando quiera y sin ser interrumpido ni acosado por molestos anuncios. De esta forma, la empresa busca recuperarse del duro golpe que lleva meses sufriendo, con una insólita caída en las suscripciones y el correspondiente descenso de su valor en bolsa.
Lo que no se conocía es que, además de la presencia de anuncios, la suscripción más barata contará con otra desventaja: los usuarios no podrán acceder al catálogo completo, que sí tienen disponibles el resto de membresías. Ted Sarandos, codirector y jefe de Contenidos de la entidad, reconoció que el número de contenidos será más reducido. Todas las series con el sello de "Netflix original" serán accesibles, pero respecto a aquellas que dependen de terceros, no queda claro cuáles estarán disponibles, como traslada Deadline.'Stranger Things'
Dudas respecto a la acogida
Este nuevo tipo de suscripción despierta polémica entre los usuarios, que por un lado pueden verse beneficiados por un precio más económico, pero renuncian a ventajas y ven la puerta abierta a que Netflix siga recortando funciones o empeorando los servicios en el futuro, si las cuentas no les salen como esperan.
Esta estrategia se une a otras como la de impedir que los usuarios compartan las contraseñas de sus cuentas con terceros y habilitar una opción de pago para permitirlo, que ha sido la última medida tomada por Netflix al respecto. La última palabra sobre el éxito o no de estas medidas la tendrán los consumidores de la plataforma.