La undécima temporada de 'RuPaul's Drag Race' llegaba a su fin tras 3 meses de puro carisma, originalidad, coraje y talento. El espectáculo presentado por la drag queen que da nombre al show llegaba a su fin con la celebración de su gran final, en la que las cuatro mejores concursantes se han tenido que enfrentar a un último playback, esta vez, por la corona; una batalla que ha dejado solo a una de ellas en pie y con los tan codiciados 100.000 euros de premio.
Finalistas undécima edición 'RuPaul's Drag Race'
La primera batalla la disputaron la artista canadiense Brooke Lynn Hytes y la estadounidense Silky Nutmeg Ganache. Al ritmo de "Bottylicious" ambas dejaron el cuerpo y alma sobre el escenario, pero los cambios de vestuario de Silky sobre el escenario, más que vistos, no pudieron con las sensuales y explosivas acrobacias de Hytes, que se alzó como la vencedora del primer duelo entre reinas.
La segunda batalla, protagonizada por A'keria Davenport e Yvie Oddly, estuvo desde el principio marcada por el estrambótico atuendo de la segunda. Con un vestido compuesto de juguetes, del chino probablemente, fue suficiente para que se alzará como la segunda clasificada para el playback final, dejando a Davenport fuera de la batalla por la corona a pesar de sus curtidas habilidades de baile.
Y la ganadora es...
Desde que tuvieran que luchar por su puesto en el concurso en el octavo episodio, en un playback que ya ha pasado a la historia, el público de 'RuPaul's Drag Race' estaba ansioso por verlas luchar sobre el escenario de la gran final. Brooke Lynn Hytes e Yvie Oddly se convirtieron rápidamente en las dos favoritas de la competición, dejando sin opciones, desde hace semanas, a las demás de alzarse con el premio.
"Edge of glory" de Lady Gaga fue la canción elegida para el playback definitivo, el último de una temporada casi redonda, no olvidemos la inesperada expulsión de Scarlet Envy. Poco después del comienzo de la canción, Hytes sorprendía con un original cambio de estilismo seguido de unas impresionantes acrobacias. En cambio, Oddly decidió seguir un camino totalmente diferente, como de costumbre, y llevó a otro nivel el espectáculo con un conjunto espectacular y con una interpretación innimitable, casi igualando a la ganadora de la novena edición, Shasha Velour.
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Con las cartas ya bien claras sobre la mesa solo quedaba por escuchar la decisión de RuPaul, encargado de elegir a la sucesora de Aquaria, ganadora de la décima temporada. Sobre el silencio del teatro donde se celebraba la gala final retumbo el nombre de la ganadora: Yvie Oddly se hacía con la ansiada corona tras haber demostrado que ella era la única digna sucesora.