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'Las chicas del cable' están de vuelta con su quinta y última temporada, un regreso que no pinta más calmado que las anteriores entregas. No obstante, a diferencia de estas, la quinta temporada cuenta con una novedad, y es que se ofrecerá en dos partes. Este 14 de febrero estará disponible en Netflix los primeros capítulos y, más adelante, se añadirán los cinco episodios finales de la serie.
Las vidas de Lidia (Blanca Suárez), Carlota (Ana Fernández), Óscar (Ana Polvorosa) y Marga (Nadia de Santiago) vuelven a cruzarse de nuevo en una nueva misión con la Guerra Civil Española como escaparate. Tras los acontecimientos de la cuarta entrega, las jóvenes se vieron obligadas a separar sus caminos, pero todas ellas tienen un denominador común que hará que vuelvan a reunirse en la capital madrileña. En FormulaTV repasamos las principales tramas de la cuarta temporada, a modo de recordatorio antes de comenzar a ver la nueva entrega.1 Obligadas a huir
Marga, Lidia, Ángeles y Óscar en la cuarta temporada de 'Las chicas del cable'
Durante la cuarta temporada, las chicas tuvieron que hacer frente a la resolución de un crimen que señalaba a Carlota como la autora de un asesinato que no había cometido. Estaba claro que alguien les estaba tendiendo una trampa, y estas no iban a quedarse quietas hasta descubrir al culpable. No obstante, el tiempo se acababa para Carlota, que no estaba llevando muy bien toda esa situación. Es por esto (y porque sintió que de alguna manera sentía que tenía culpa de aquello) por lo que el personaje de Sara decidió declararse como la autora del crimen y cambiarse el lugar con su amada.
Condenada a morir en el garrote, las amigas se unieron de nuevo para ayudarla a escapar de la cárcel antes de que fuera demasiado tarde. Haciéndose pasar por una compañía de teatro, entraron en la prisión y lograron liberar a Sara. No obstante, esto obligaba al personaje de Ana Polvorosa a abandonar el país, y lo hizo de la mano de Carlota rumbo a París. Lidia, por su parte, marchó junto a su hija y Francisco a América huyendo de un peligro diferente.
2 Un crimen sin resolver
Óscar y Carlota en la cuarta temporada de 'Las chicas del cable'
Alguien quería liberarse del candidato a la alcaldía Gregorio Díaz, y qué mejor solución que preparando el escenario del crimen en el que todas las pistas señalaran a Carlota, su rival en las elecciones. Todo estuvo orquestado por la mano derecha del candidato, quien resultó ser un hijo bastardo del mismo con sed de venganza. Y no lo hizo solo, sino que contó con la ayuda de Dulce, una examante de Óscar que también buscaba hacer daño a este a través de Carlota.
Cuando las chicas se acercaron a la identidad del verdadero asesino, este secuestró a Carlota y, al verse encerrado, terminó suicidándose. El caso, lejos de ser abierto de nuevo (pues el asesino contaba con ayuda de uno de los inspectores que lo llevaban), se dejó como estaba, condenando a Óscar a morir por un delito del cual era inocente. El inspector Cuevas, consciente de esta injusticia, ayudó a las chicas a liberar a este de prisión.
3 Muerte de El Mirlo
Ángeles y el inspector Cuevas en al cuarta temporada de 'Las chicas del cable'
La fuga de la cárcel era un plan arriesgado y, aunque las chicas contaron con la ayuda del inspector Cuevas, Francisco y Pablo, no todo salió como esperaban. Huyendo de los guardias de prisión a través del túnel que habían conectado con la cárcel desde el exterior, a Ángeles le alcanzó un disparo y terminó despidiéndose en brazos de su amado, no sin antes confesarle su verdadera identidad.
La trabajadora de la Compañía Telefónica confesó a este que ella era El Mirlo, la persona a la que Cristóbal Cuevas llevaba siguiendo la pista desde hace tiempo por amasar grandes fortunas a cambio de otorgar información confidencial (algo para lo que Ángeles había montado una escuela en la Compañía con profesionales a su cargo que le hacían llegar la información que deseaba y que obtenían a través de las llamadas). Ángeles se despidió de las chicas, no sin antes pedirles a estas que cuidaran de su hija, un eslabón fundamental de la quinta temporada y la razón por la que todas las amigas vuelven a reunirse en la nueva entrega.
4 Doña Carmen vuelve a las andadas
Doña Carmen Cifuentes, enferma, planea usar a su nieta en una operación experimental
Al margen de la trama del crimen y la huída, otros personajes tenían sus propias inquietudes. Una de las grandes sorpresas de la temporada anterior fue el repentino regreso de doña Carmen, que abandonaba la cárcel antes de cumplir condena por una enfermedad. Pero la señora Cifuentes tenía un plan que volvía a convertir a su nieta en su principal objetivo.
Había una oportunidad para salvarse de la enfermedad, y doña Carmen estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario por perseguir esta oportunidad de seguir viviendo, aunque para ello tuviera que volver a mentir a sus hijos. Así, les hizo creer a estos que verdaderamente quería pasar tiempo con la pequeña Eva, utilizando el chantaje y poniendo a ambos contra la espada y la pared.
5 La traición de Carlos
Lidia y Carlos en 'Las chicas del cable'
Tanto es así, que terminó participando en la traición que separó a Lidia de su hijo Carlos y logró que esta huyera del país junto a su hija de la mano de Francisco. Este último, que había recibido un tiro al final de la tercera temporada por salvar a Eva, había pasado un año en coma, tiempo en el que Lidia acudió cada noche a visitarle. Una entrega que desconcertaba internamente a Carlos, que en el fondo sabía que su chica seguía enamorada de Francisco.
Con la trama de la cárcel, la joven dejó de visitarle en el hospital, y fue cuando este despertó. Carlos, lejos de contárselo a su chica, lo mantuvo en secreto y, ayudado por su madre, trató de que Lidia no se enterara de la noticia y que Francisco no fuera en busca de esta. Cuando Lidia lo descubrió todo, decidió huir, alejando a su hija de las intenciones de doña Carmen y de Carlos, que había sido manipulado por su madre y le había traicionado.
6 Marga y Pablo se reconcilian
Marga y Pablo en 'Las chicas del cable'
Los personajes de Marga y Pablo comenzaron la cuarta temporada protagonizando el primer divorcio de España, algo que la llegada de la Segunda República había hecho posible. Los problemas, no obstante, surgen de la temporada anterior, en la que Marga fue infiel a Pablo con su hermano gemelo. Pero como bien dice el refrán, donde hubo fuego cenizas quedan, y la pareja terminó reconciliándose al final de la cuarta temporada, montando juntos una gestoría.
La llegada de un nuevo jefe al departamento de contabilidad de la compañía hizo que Marga fuera contratada en este ámbito, desconcertando a su nuevo compañero de trabajo, su recién exmarido Pablo. A este parecía preocuparle la buena relación que la joven mantenía con el recién llegado, a pesar de que esta no tardaría en descubrir que su jefe era homosexual. Preocupado por la posibilidad de perderla para siempre, decidió ayudarla en la misión de la fuga de la cárcel, tarea en la que ambos tuvieron la oportunidad de arreglar sus diferencias y asumir sus errores.