Los trabajadores de RTVE no cejan en su empeño por reclamar una televisión pública digna. Por eso, han hecho del naranja el nuevo símbolo de su protesta, en la que exigen el fin de la externalización de la producción y una mayor transparencia dentro del ente público. #LosMiércolesLoPeto es el nuevo lema de esta lucha, que, emulando los viernes negros, viste a los trabajadores con un peto del color señalado y llama al parón de servicios, todo ello orquestado por RTVE Sin Personal.
Trabajadores de RTVE en huelga | Twitter RTVE Sin Personal
"Están haciendo pasar productos externos por producción propia", claman desde el colectivo en la publicación citada, donde explican que, bajo la triquiñuela de fórmulas como "una producción de RTVE en colaboración con..." o bajo el amparo de que un productor ejecutivo de la casa supervise una producción ajena, camuflan la externalización de producciones.
"Menos de un tercio de la programación ofertada y producida del conjunto de canales se puede calificar como producción propia o interna", denuncian en el manifiesto para la salvaguarda de CRTVE, que apunta a que la externanlización y privatización ha provocado la desaparición de puestos y trabajo y "departamentos enteros".
"¿Dónde va el dinero de la producción propia?"
A parte de los problemas que esto conlleva, como la "odisea" que supone tener que buscar un fragmento de 'Cuéntame cómo pasó' para un informativo porque la serie "no pertenece" a RTVE, tal y como citan en la entrevista, se desgrana otro bastante importante: "¿Dónde va el dinero de la producción propia?", como preguntan desde RTVE Sin Personal.
Según el Mandato-marco a la Corporación RTVE, previsto en el artículo 4 de la Ley 17/2006, esta tiene como objetivo que el 55% de la producción de la oferta generalista del conjunto de los programas de género divulgativo, deportivo, ficción series, magazines, concursos... Sea propia, algo que desde la plataforma desmienten que esté ocurriendo: "El corazón de los servicios informativos aún resiste, pero departamentos como la factoría de ficción casi han desaparecido".
Problemas de transparencia
Todo ello, apuntan, deriva de un grave problema de opacidad en los contratos, que permite que, según ellos, "las inversiones millonarias que se realizan en las llamadas producciones propias acaben en bolsillos de terceros", algo que explican por "decisiones e intereses políticos o económicos ajenos al bien común y los intereses de la empresa".
No es la primera vez que se denuncia un problema de transparencia dentro del ente público, puesto que, en datos de Maldita.es, han incumplido todas las resoluciones del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG) que les instaban a publicar cierta información susceptible de ser conocida, como el salario de sus directivos, algo que finalmente terminó ocurriendo y por lo que la Corporación denunció represalias contra el medio que lo hizo público.
