Con 'El Internado: Laguna Negra', Antena 3 marcó a toda una generación de espectadores e hizo historia en la televisión española al atreverse a adentrarse en un género como el misterio, tan en desuso en la ficción nacional del momento. Tuvieron que pasar diez años desde su final para que una plataforma como Amazon Prime Video se atreviese a lanzar una nueva versión, 'El Internado: Las Cumbres'.
Los alumnos de 'El internado: Las Cumbres'
La propuesta de este reciente proyecto no es continuar la serie donde se quedó la anterior, algo que sería prácticamente imposible, sino hacer un reboot en un espacio diferente y con nuevos personajes. Con ello podrían cautivar a espectadores potenciales, así como atraer al público que sienta nostalgia de la vieja encarnación de la serie, librándose por el camino de siete años de complicadas tramas llenas de rocambolescos giros de guion.
Eso sí, hay viejos momentos y argumentos ligados para siempre al mítico colegio apartado del mundo que quienes siguieron la serie original recordarán siempre. Recrear parte de ellos, adaptándose a los nuevos personajes, podría ser vital para que esta nueva encarnación de 'El Internado' mantenga su tono y sus señales de identidad, por lo que desde FormulaTV hemos querido repasar algunos de los más relevantes.
1 La tragedia y el misterio de los Pazos Novoa
Paula y Marcos llegan al internado Laguna Negra
El inicio de 'Laguna Negra' era la llegada al colegio de Marcos y Paula, los personajes de Martiño Rivas y Carlota García. Un comienzo que se tornaba pronto en trágico al producirse la muerte de sus padres, lo que convertía a los hermanos en huérfanos y les obligaba a quedarse indefinidamente en el internado mientras tenían que lidiar con las consecuencias emocionales de la pérdida.
Sin duda se trata de un punto de partida potente que esta moderna encarnación de la serie podría rescatar o adaptar para sus nuevos personajes. Esta conveniente tragedia inicial servía incluso para sembrar uno de los misterios que envolvía a los personajes, jugando con los orígenes secretos de la familia de los niños e incluso rescatando a su madre de lo que parecía una muerte segura, prometiendo un reencuentro familiar que las últimas temporadas fueron postergando.
2 El punto de vista infantil
Carlota García y Denisse Peña, las mejores amigas de 'El internado: Laguna Negra'
Por sus personajes centrales y sus tramas, 'El internado: Laguna Negra' siempre ha sido una serie principalmente adolescente. No obstante, como la gran mayoría de las series españolas desde 'Médico de familia' hasta bien entrado el siglo XXI, la ficción de Antena 3 buscaba un alcance familiar, con tramas más adultas que involucraban a los profesores y otras protagonizadas por niños, como las que englobaban principalmente a Paula y su mejor amiga, Evelyn (Denisse Peña).
Con el tiempo, las relaciones de los personajes más mayores sirvieron sobre todo de trasfondo explicativo y anclaje en el pasado de los adolescentes, pero las andanzas de Paula, Evelyn y sus compañeros mantuvieron una entidad propia. Sus travesuras constantes y, muy especialmente, la particular perspectiva inocente pero también traumatizada y siniestra que aportaba Paula, marcaron un tono en la ficción original que resultaba diferenciador y bien podría copiar este relanzamiento.
3 El Gnomo
El Gnomo en una de sus pocas apariciones explícitas de 'El internado'
Sin duda, uno de los enigmas más recordados y peculiares de los que propuso la serie de 2007 fue la presencia de este deformado personaje. Fue Paula precisamente quien le bautizó como "El Gnomo", debido a su extraña apariencia física, que le recordaba a algo sobrenatural. Por supuesto, poca gente creyó a la niña cuando comenzó a contar que mantenía una amistad con él, pero el espectador sabía que existía, aunque no exactamente qué era.
La tierna relación establecida entre Paula y El Gnomo fue una de las claves de su éxito. También lo fue el comportamiento muy humano del personaje, que se tenía que enfrentar constantemente a las inhumanas reacciones de rechazo de quienes le juzgaban por su aspecto. El descubrimiento de su identidad, que implicaba el pasado de la jefa de estudios, no fue tan importante como su prematuro sacrificio en la segunda temporada, que supuso uno de los golpes de impacto de la serie.
4 La combinación de fogones y secretos
Raúl Fernández de Pablo era un hombre de acción al interpretar a Fermín en 'El internado'
Aunque la acción y los misterios se centraban en el grupo de amigos protagonista, un personaje casi secundario como Fermín se volvió rápidamente indispensable para la serie. El cocinero al que interpretó Raúl Fernandez de Pablo ya daba muestras desde un primer momento de ser más de lo que aparentaba y, efectivamente, con el tiempo se demostró que trabajaba de incógnito ayudando a desenmarañar los secretos que envolvían al internado de cara a autoridades superiores.
Es cierto que su personalidad ambivalente y la simpatía que supieron imbuirle el actor influyeron en el éxito del personaje, pero también ayudó que su misma concepción introducía ciertos rasgos de relato de espías a la serie. El interés que una organización externa de la cual Fermín era agente de campo en el internado suponía dimensionar los secretos que ocultaba la institución educativa y le aportaba un complemento perfecto que se podría recrear en esta nueva versión. Si bien quizá no con un personaje igual, puede que con uno de similares características.
5 Dos hombres y un destino
Por supuesto, las relaciones personales entre los miembros del grupo protagonista eran uno de los focos principales de la versión original de 'El internado'. De entre ellas, una de las más potentes no era precisamente de amor. Se trata de la rivalidad entre Marcos e Iván, los dos personajes protagonistas masculinos, que estaba conformada como una amistad entre polos opuestos, condenados a entenderse por verse entrometidos en las complicadas tramas de la ficción, pero con un choque perpetuo.
El personaje de Yon González era un prototipo de malote expeditivo y brusco, mientras que Martiño Rivas encarnaba a un buenazo de carácter más humilde. En un principio, compitieron activamente por el amor de Carol, la protagonista femenina a la que interpretaba por la exitosa Ana de Armas, pero con el tiempo sus relaciones tuvieron toda clase de idas y venidas, incluyendo desconfianzas mutuas, siendo uno de los ejes más interesantes de la ficción.
6 Vicky
Elena Furiase en el papel de Vicky de 'El internado'
Como muchas series adolescentes, 'El internado' fue un invernadero de jóvenes talentos actorales. Entre ellos, uno de los destacados es Elena Furiase, quien interpretaba a Vicky, un miembro del grupo que en ocasiones podía ser dejado de lado pero que tenía su importancia al mostrar una perspectiva diferente respecto a sus compañeros. Incluso tuvo algunas tramas centradas en ella y sus propios misterios personales a resolver.
El internado, como buena institución elitista, mostraba a un alumnado fundamentalmente de clase alta. Esto facilitaba que los progenitores de los protagonistas fueran importantes personalidades con afiliaciones nazis o directivos de grandes corporaciones que pudiesen alimentar la peripecia del argumento, pero dificultaba la empatía con el espectador. Vicky provenía de un barrio más humilde, por lo que aportaba una perspectiva diferente a los demás, algo que bien podría extrapolarse a la nueva versión.
7 Un lugar con historia
Los protagonistas de 'El internado' acceden a los pasadizos de la serie
Uno de los primeros descubrimientos que realizaban los alumnos del Laguna Negra era que el edificio en el que se encontraban recluidos, antes de ser un internado, sirvió de orfanato. Esto dotaba de una personalidad particular al espacio y le daba una historia por conocer. La ubicación en que se encuentra Las Cumbres debería tener la misma mística y recorrido, aunque necesariamente tenga por qué haber sido fundado por exiliados del III Reich.
Una de las pocas cosas que se saben de este nuevo espacio es que, lejos de haber sido un antiguo orfanato, tiene su ubicación en el mismo lugar que un viejo monasterio. Esto abre posibilidades a que se exploren catacumbas que actúen como los tétricos pasadizos de la serie original, con sus propios secretos por descubrir. Como no podía ser de otra manera, este emplazamiento está también rodeado por un frondoso bosque, como el de la serie original, por lo que dará pie a zonas igual de inquietantes y oscuras.
8 No poder confiar en nadie
Daniel Retuerta interpreta a Roque en 'El internado: Laguna Negra'
En 'El internado: Laguna Negra' parecía que cada uno de los inquilinos del prestigioso colegio, ya fueran trabajadores o alumnos, tenía un secreto o una enigmática vida pasada que esconder. Eso hacía que, estuviesen de parte de los buenos o de los malos, el grupo protagonista tuviese sus sospechas de prácticamente todo el mundo, incluso de ellos mismos. Y, de hecho, no les faltaba razón para la desconfianza, pues en muchas ocasiones fueron traicionados.
El momento más doloroso en el que una revelación de este tipo golpeó a los personajes fue cuando se supo que Roque, a quien intepretaba Daniel Retuerta, había estado informando a los laboratorios nazis de todos los movimientos del grupo, e incluso estaba dispuesto a matar para ocultarlo. Es verdad que, con el tiempo, se abusó en exceso del tropo de la caída de la careta, y llegó un punto en el que parecía que no había nadie que no trabajase para los villanos, pero si se llevara de un modo más sutil en esta nueva adaptación, la posibilidad de que haya un topo entre los chicos o de que cualquier amigo pudiera convertirse en enemigo puede ser uno de los grandes activos de la serie.
9 Enamorarse de la profesora
El amor imposible de Marcos y Amelia
La idea de tener una relación romántica con un profesor/a sigue siendo una de las fantasías más morbosas de cualquier adolescente. Por supuesto, la idea de que suceda en la vida real es absolutamente descartable, pero para eso están series como 'El internado', en la que Marcos llegaba a tener una relación con el personaje de Marta Hazas, Amelia, que era la profesora de su hermana pequeña.
La relación entre ambos daba pie a múltiples equívocos y a abordar un terreno como el del amor prohibido que podría llegar a ser muy jugoso para la nueva serie. Es cierto que puede ser problemático recrearlo hoy en día, pero con la óptica adecuada podría generar muchas situaciones interesantes, especialmente si se combina con la trama personal de Amelia, que la llevaba a ser una de las múltiples traiciones que sufría el grupo.
10 Navegar entre lo fantástico y lo real
La imaginación de los niños ayudaba a difuminar lo fantástico y lo real en 'El internado'
Debido a la casi surrealista dimensión de los secretos que ocultaba el Laguna Negra y a la ambientación casi propia del género de terror que envolvía a muchas escenas, se podría decir que era una ficción que bordeaba territorios fantásticos. La perspectiva imaginativa de Paula sobre muchos temas ayudaba a que se diera este tono de cuento delirante, aunque en la gran mayoría de los casos se explicaba todo lo que sucedía con historias lejos de lo sobrenatural, aunque en ocasiones pudieran ser todavía más increíbles por lo enrevesado de las mismas.
Al mismo tiempo, algunos de los hechos eran simplemente sobrenaturales, como la aparente reencarnación del Gnomo en un búho o las visiones del futuro que tenían personajes como Julia, de quien hacía Blanca Suárez. La serie finalizó sin llegar a explicar nada de esto al espectador, que tenía que asumir que esas cosas pasaban en este mundo. Quizá al volver a tratar estos temas en 'Las Cumbres' se podría prescindir de llegar a este terreno sobrenatural, o, al menos, se podría hacer un esfuerzo por darle una explicación mejor hilvanada.
11 Una gobernanta a la altura
Amparo Baró en el papel de Jacinta en 'El internado', el que sería su último papel
Aunque nunca fue decisiva para las tramas de la serie, Jacinta fue uno de los personajes más carismáticos y constantes de la primera versión de 'El internado'. Su apariencia estricta y modales toscos ocultan a una mujer cariñosa con deseos de desarrollar su instinto maternal. Aparte de, por supuesto, una luchadora que está dispuesta a todo para alcanzar sus objetivos y a quienes pocas autoridades pueden hacer callar.
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Sin actrices de la altura de la tristemente desaparecida Amparo Baró es difícil que un personaje con tanta presencia pueda materializarse, pero quizá este nuevo internado pueda tener algún empleado que sea igual de relevante. Al fin y al cabo, los secundarios de lujo que doten de personalidad a una serie son tan o más importantes que unos protagonistas repletos de historias que contar.