'Veneno' Capítulo 4: Del mítico polígrafo en Antena 3 al impactante momento que la convierte en La Veneno

La historia de La Veneno sigue contándose cada domingo en Atresplayer Premium. 'Veneno', la ficción creada por Javier Calvo y Javier Ambrossi ha estrenado ya su cuarto episodio; un capítulo clave para la historia de su protagonista ya que es aquí donde descubrimos cómo fue su gran evolución, cómo abandonó para siempre a ese Joselito que salió de Adra y cómo se transformó por fin en esa Veneno que todos conocíamos. Pero como en todos los episodios de esta historia, en el salto a la actualidad presenciamos la otra cara de la moneda, vemos lo complicado que fue para Cristina afrontar que ya no era la diva televisiva de antaño y que sí, se había convertido en un auténtico juguete roto.

Pongamos que hablo de Madrid...

Al son de "Pongamos que hablo de Madrid" de Joaquín Sabino en la voz de Amaia Romero, arranca un capítulo en el que vemos cómo fueron los primeros años de Joselito en Madrid. Años de fiesta y mucho sexo; disfrutando como nunca de la capital. Tanto es así que no pudo aguantar demasiado con uno de sus primeros amores, Javier (David Mora), con el que terminó rompiendo por sus constantes infidelidades. Sí, Joselito disfrutó mucho en Madrid, pero también sufrió como nadie, fueron en estos años en los que se volvió a sentir frágil e indefenso.

Y es que la homofobia de la época le hizo perder un puesto de trabajo en la cocina de un hospital de la ciudad, donde no gustó demasiado que él empezase a hacer la transición que tanto ansiaba. Pese a ello, ese lugar termina siendo fundamental para su futuro y es que ahí es donde por casualidad conoce a Cristina Onassis, una prostituta trans del Parque del Oeste que sin duda acaba marcando su rumbo a partir de ese momento. Sin trabajo e indefenso, este decide acudir hasta ese lugar para empezar a ejercer la prostitución. ¿Su objetivo? Lograr el dinero necesario para poder terminar operándose los pechos y simplemente, sobrevivir.

Sobrevivir en el Parque del Oeste

Pero el camino no resulta nada sencillo para él y es que ganarse un hueco ahí es muy complicado; le cuesta sudor, lágrimas y sangre, mucha sangre. Pero sí, finalmente lo consigue, lo hace después de despedirse de su Cristina Onassis, que tras enfermar decide volver a su Grecia natal; no sin antes hacerle dos regalos que cambiarán su vida definitiva. Por un lado, le cede su esquina en el Parque del Oeste para que por fin pueda ganar el dinero suficiente para que un buen cirujano la opera y por otro le regala su nombre y es que hasta ahora, Joselito se había llamado Tania. Pero desde ese momento pasa a ser Cristina.

De Tania... a La Veneno

Una Cristina que sí logra el suficiente dinero para operarse. Tras una opción en la que el director de este capítulo Álex Rodrigo ejerce como enfermero, esta vuelve al Parque del Oeste junto a su ya amiga Paca La Piraña. Lo hace enfrentándose a su gran enemiga del lugar, otra prostituta trans, a la que no duda incluso en arrancarle un pezón tras una agresiva pelea. Una batalla con la que se ejemplifica su gran transformación; porque ya no es una más, como dice Paca... ahora es La Veneno. Y pese a los fantasmas del pasado, a la rabia interna por el dolor que su madre le causó, decide luchar e iniciar el que será su camino al éxito, a la cama, al puro estrellato.

¿Un juguete roto?

Un estrellato que ansia con recuperar en la actualidad, cuando recibe una llamada de Antena 3; quieren que sea entrevistada en un programa de televisión. Sin dudárselo, esta junto a Valeria viaja a la capital; lo hace para volver a entrar en un plató, a ponerse frente a una cámara pero lo que no espera es que en ese programa su historia se derrumba y frente al público termina convirtiéndose en un juguete roto y en una auténtica mentirosa. Su mundo se hunde sin duda al darse cuenta que va a ser prácticamente imposible recuperar lo que en su día tuvo.

La ficción recrea un mítico polígrafo que La Veneno protagonizó en el formato 'En antena'. Aunque en este caso no se habla del programa como tal y simplemente se recrea un espacio que cuenta con la máquina de la verdad, lo cierto es que el vestuario que luce el personaje es exactamente igual al de Cristina en su día. En este casos, Ángel Garó ejerce de presentador mientras que Mabel Redondo, Laura Fa y Sergio Alis son los colaboradores de este ficticio magacín en el que Cristina queda en evidencia ya que el polígrafo determina que miente en gran parte de la historia que ha narrado.

Las dos caras de la moneda

Un programa que sin duda marca también el futuro de esta y es que al verse completamente hundida, decide alejarse de una Valeria que justo ha descubierto Madrid junto a ella. Rota, derrumbada y sola; así es como Cristina termina este capítulo que paralelamente nos deja a una Veneno victoriosa, fuerte y segura de sí misma en el pasado. Dos caras de una moneda, dos puntos de una historia que no, todavía no ha terminado. Porque a la leyenda de La Veneno todavía le restan otros cuatro capítulos que descubrir.