Un día después de que uno de los colaboradores de 'Todo es mentira' desmintiera el relato de un médico en Twitter en el que señalaba a un supuesto contagiado de viruela del mono, el programa de Cuatro contó con la intervención del aludido falsamente en dicho relato. De nombre Miguel Ángel Muñoz, el afectado por el bulo viral quiso aclarar que nunca se había contagiado de viruela del mono y que, de hecho, ni siquiera había hablado con el médico que lo había señalado en redes sociales al fotografiar sus piernas. Asimismo, se mostró más que dispuesto a hacer que el responsable del bulo pagara el castigo justo por su mentira.
Al comienzo de su entrevista con Marta Flich, Muñoz negó rotundamente que alguna vez se hubiera contagiado de viruela del mono e incluso aseguró que, de niño, había sido vacunado contra la viruela. El invitado procedió entonces a desmontar el relato de Arturo M. Henriques: "Ese señor nunca se ha dirigido a mí ni me ha preguntado. No tengo tapujos en decir qué enfermedad tengo, porque hay muchas personas que también la sufren y pueden ser señaladas por cualquier motivo". De hecho, Muñoz había entregado al programa documentación médica que acreditaba que sufría neurofibromatosis, un trastorno genético que provoca que se formen tumores en el tejido del nervio, y por el cual estaba en tratamiento con una dermatóloga en el Hospital 2 de Octubre.
Miguel Ángel Muñoz comparte documentación médica sobre su neurofibromatosis en 'Todo es mentira'
"Hay dos síntomas: manchas de color café y luego ya están los tumores que tengo en los brazos, en el estómago y en la espalda", explicó el invitado. Flich señaló entonces la principal queja de Muñoz, quien denunciaba que "a través de tu tatuaje se te puede identificar y reconocer, y eso va en contra de tus derechos, de tu privacidad". "Según como está de la cabeza la gente, puedo ser víctima de una agresión. Entonces, para evitar problemas, algo hay que hacer con este señor, que va de cirujano/médico, cuando no tiene conocimiento de medicina de la piel", defendió el afectado, quien había tenido ocasión de hablar directamente con el responsable del bulo. "Le comenté mi situación y él se puso en contacto con otro medio de comunicación para que hablaran conmigo y para que diera a conocer lo que me pasa", explicó Muñoz.
"No quiere dar la cara"
Sin embargo, para la víctima eso no bastaba, puesto que dejó claro que "quiero denunciar por la vía judicial penal", aunque sus problemas de dinero se lo impedían. Por esa razón, hizo un llamamiento a posibles letrados que defendieran su caso y, en lugar de obtener una indemnización, se mostró dispuesto a renunciar hasta el 80%, ante su deseo de "que reciba esta persona su castigo merecido". "No quiero que ese tío se haga famoso ni que gane dinero por mí, porque me perjudica seriamente", sentenció Muñoz.
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El invitado confesó que gente de su entorno le habían preguntado sobre lo que contaba el médico "e incluso una persona en el metro me vio la pierna, el tatuaje, y se separó de mí". "Estamos provocando un efecto de alarma por un presunto doctor que ahora está huyendo de los medios porque está recibiendo lo que le responde, no quiere dar la cara ni reconocer que no habló conmigo", denunció Muñoz, ante lo que Flich añadió que "nosotros nos hemos puesto en contacto con él y, al menos con nosotros, no quiere hablar". De hecho, Henriques puso el candado en su cuenta de Twitter, impidiendo así cualquier contacto directo con él a través de dicha red social.