La Manada sí violó. Así lo sentenció el Tribunal Supremo el pasado viernes 21 de junio, en el que un fallo unánime condenada a los cinco acusados a quince años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual. El fallo supuso un cambio drástico en el juicio, pues hasta ahora Antonio Manuel Guerrero Escudero, Jesús Escudero, José Ángel Prenda, Alfonso Jesús Cabezuelo y Ángel Boza habían sido juzgados por abuso sexual, un delito de menor gravedad y que no contemplaba lo sucedido como una violación, la palabra clave en el proceso.
Manifestación para pedir pena por violación
Después de debates, manifestaciones y peticiones para reformar el Código Penal, el proceso llega a su fin con una victoria para el feminismo. Por ello, la víctima de La Manada ha querido mandar una carta a 'El programa de Ana Rosa', el mismo espacio al que decidió enviar su primera -y hasta la fecha, última- misiva. Al igual que la vez anterior, la joven ha alzado la voz para dar las gracias a todas aquellas personas que la han apoyado en este proceso.
Además, esta vez ha querido mandar aliento a víctimas de situaciones parecidas, con un poderoso mensaje en el que les insta a denunciar siempre los hechos. Admite que la revictimización a la que ha tenido que verse sometida por el cuestionamiento de los hechos ha sido "peor" que la situación vivida, pero que, aún así, volvería a contarlo: "No les dejéis ganar a ellos".
La carta, al completo
Buenos días,
Tras casi tres años, este proceso por fin se ha terminado. Ha sido largo, intenso y, sobre todo, agotador. Lo peor no fue la situación vivida sino todo lo que vino después...
Gracias a todas las personas que desde el primer momento se involucraron para ayudarme. No puedo haber sido más afortunada con la calidad de las personas que me han ayudado. Desde aquel juez de instrucción que nunca dudó de mí, hasta el abogado que me tocó aquel 7 de julio de 2016, pasando, sin duda alguna, por la fiscal, médicos, policías, psicólogos... Y la pareja que me encontró. Son momentos en los que uno no sabe cómo actuar, pero vosotros lo hicisteis fácil. Gracias también a Pamplona y a Navarra que, con todo su empeño, han hecho más fácil que alguna vez pueda volver. Gracias de nuevo a aquellas primeras asociaciones y personas por llevar esto a la calle, formando un eco por todos los rincones de España. Gracias por no haberme dejado sola. Os estaré eternamente agradecida, pero yo no soy ninguna heroína, la fuera para continuar muchas veces, me la ha dado todo el calor y apoyo.
No podemos olvidarnos que la lucha debe seguir y debemos ser el cambio que queremos en la sociedad, ya que esto le ha supuesto la vida a muchas compañeras. Recordad, contadlo. No les dejéis ganar a ellos.