Víctor Sandoval toca fondo en 'Sálvame': "Hay días que me levanto y digo '¿para qué sigo vivo?'"

Víctor Sandoval, conocido por su pasado sentimental con Nacho Polo y ser uno de los colaboradores asiduos de 'Sálvame', ha estallado durante el programa del pasado 25 de febrero. Mientras los colaboradores hablaban de la polémica entrevista de Lydia Lozano, Kiko Matamoros se enfadaba porque "Lydia ha asegurado que no le importa la opinión de sus compañeros". Víctor ha salido en defensa de la colaboradora diciendo que "no es exactamente así", a lo que Matamoros le ha cortado afirmando que Sandoval no está atento a los vídeos. "Cuidadito, por ahí no. Yo no soy Anabel Pantoja. Yo soy de los que más intenta cuidar mi trabajo", respondió muy enfadado.

Tras el rifirrafe entre los colaboradores, Víctor tocó fondo y se sinceró. "Durante la semana pasada lo estuve pasando muy mal", explicó el colaborador, que encontró un gran apoyo en algunos compañeros de trabajo, como David Valldeperas o María Patiño. "Hubo un día que no me podía levantar de la cama, eran las tres del mediodía y María fundió el timbre para hacerme salir de allí", relató.

Respecto a su trabajo en el programa, afirma que se siente como "una vaca sin cencerro, sin rumbo, sin orientación, perdido...". Jorge Javier Vázquez quiso conocer el por qué de las opiniones de la gente respecto su labor en 'Sálvame', a lo que Víctor confirmó que "ha sido un año horroroso" y que ha pasado una "etapa muy depresiva". "Soy una drama queen en esencia, y no veo el vaso medio lleno, lo veo medio vacío y roto", sentenció.

Ante tal situación, Jorge Javier le preguntó si tenía ganas de vivir, a lo que responde que "hay días que pienso que ojalá me muera de un infarto por la noche y no enterarme". Añadió, además, que también se pregunta: "¿Para qué vivo?", asegurando tener una vida muy monótona y rutinaria. "Mientras tenga trabajo puedo ir pagando, pero el día que no tenga trabajo, ¿qué hago? Con 57 años ya ni de puta valgo". No obstante, explica que "no es un problema de psicólogo o de psiquiatra, es de autoestima".

La pandemia como culpable de sus problemas

Aunque el malestar de Víctor Sandoval estaba ya presente, hubo un momento en el que explotó y culpó a la situación epidemiológica de su mal año. "Yo dejo Sitges con mucha ilusión y, conforme llego, mis padres mueren, me encierran y me ponen una mordaza en la boca", explica. "Vivo encerrado en un piso de 37 metros cuadrados desde hace un año", argumentaba mientras que Matamoros pedía que no "fuera de mártir, porque es un problema que está pasando mucha gente". "La diferencia es que tú vives en una casa más grande, y tienes pareja", sentenció.

"Me da miedo salir a la calle. El barrio donde yo vivo lleva confinado desde hace dos meses, y cuando vengo a trabajar están las terrazas de los bares llenas. Pero señores, dejen de ir a los bares porque no vamos a salir del puto confinamiento", pedía muy enfadado el colaborador. A pesar de todo el malestar, Víctor Sandoval afirma que ha encontrado la ilusión en el trabajo.