'La vida sin filtros' ha cerrado su primera temporada la noche del 26 de agosto, con la presencia de dos ganadores de 'Gran Hermano': por un lado, Pedro Oliva, vencedora de la cuarta edición y, por otro, Bea Retamal, quien se proclamó ganadora de 'GH 17'. Ambos visitaron el programa a cargo de Cristina Tárrega, donde hablaron de cómo cambió su vida desde su paso por el reality.
"Yo me enamoré, conocí a la que ha sido mi mujer durante quince años y, a día de hoy, es la mujer más importante de mi vida", comentaba Pedro, quien conoció el amor en la casa de Guadalix, de la mano de Inma González, con quien se casó en 2004. De hecho, la pareja tiene "una hija preciosa", como la describió el propio aragonés.
Cristina Tárrega entrevista a Pedro Oliva y Bea Retamal en 'La vida sin filtros'
La relación entre Pedro e Inma parece ser muy buena, hasta el punto de que aún comparten casa, como desveló el propio Oliva: "Pero son compartimentos estancos, yo tengo mi habitación y ella tiene la suya". En cuanto a su vida profesional, sigue siendo funcionario, aunque desveló que ya no tiene ovejas ni cabras, un cambio al que se sumaba el hecho de que entró en plató con una muleta para ayudarse a andar.
Bea Retamal y su faceta como emprendedora
En cuanto a Retamal, la exconcursante coincidió con Adara Molinero en la misma edición, aunque fue ella quien se llevó el premio. Tras ello, Retamal pudo traer a su madre de vuelta, después de que "ella compró una casa, se desmontó todo y se tuvo que ir" a causa de la crisis.
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"Gracias a Dios, ahora la tengo cerca", declaraba la exconcursante al respecto. Conocida como "naranjita la lía", la valenciana reconocía que, aunque sigue siendo "un poco loquita", ahora "piensa tres segundos en vez de uno y medio". Peluquera de profesión, en la actualidad Retamal dirige una barbería e incluso ha ampliado el negocio: "Tengo a personas que trabajan, a mí me gusta mandar".