Tras la batalla acontecida en el final de la quinta temporada, 'Vikings' ha fragmentado las tramas de sus protagonistas, diseminados por diversas localizaciones para emprender sus nuevos objetivos. En el caso de Lagertha, el principal propósito pasaba por dejar atrás su pasado empapado en sangre, llegando a enterrar su espada como símbolo de su compromiso con la paz. Pero el tercer episodio de la sexta temporada, titulado "Ghosts, Gods and Running Dogs", no ha tardado en poner a prueba esa promesa.
Lagertha en su (aparentemente) tranquila aldea en 'Vikings'
La marcha de Bjorn en busca de Harald, que termina en desgracia cuando Olaf se anticipa a sus planes, provoca que Lagertha tenga que cuidar de sus nietos mientras Ubbe ocupa el trono de Kattegat hasta que se produzca el regreso de su hermanastro. Por lo tanto, la abuela interpretada por Katheryn Winnick da cobijo a sus descendientes, inconsciente de la amenaza que se cierne sobre su apacible aldea.
Unos criminales atacan la zona arrasando todo a su paso, provocando que Lagertha opte por desenterrar su espada para zanjar el violento saqueo. De esta manera, el intrincado personaje se ve obligado a sumirse de nuevo en la vorágine de violencia de la que nadie parece poder escapar en 'Vikings', aunque tendremos que esperar a la próxima semana para comprobar cuánto uso tiene que seguir dándole a su arma.
Lo más leído
Tal para cual
A una distancia considerable del resto de protagonistas se encuentra Ivar, que ha encontrado la horma de su despiadado zapato en el joven Igor. El sobrino de Oleg ha entablado una amistad con el desterrado hijo de Ragnar, ofreciendo así una versión algo más humana de Ivar, que siempre ha sido retratado como un descarnado villano. Podremos ver cómo avanzan todos estos arcos narrativos el próximo martes, cuando TNT ofrecerá el cuarto capítulo de la temporada final de 'Vikings'.