OPINIÓN

'Vis a vis: El oasis', una oportunidad perdida para darles a Maca y Zulema el epílogo que merecían

Maggie Civantos y Nawja Nimri han sido las protagonistas del epílogo con el que ha concluido la ficción de FOX España y Globomedia (The Mediapro Studio).

Por Cristian Quijorna El 8 de Junio 2020 | 09:21

Cuando entramos por primera vez en Cruz del Sur poco podíamos imaginar lo mucho que esas presas vestidas con monos amarillos iban a vivir entre esas cuatro paredes grises. A lo largo de cuatro temporadas y un epílogo final las hemos visto enamorarse, sufrir, pelearse, llorar, disfrutar, evolucionar y saber lo que es realmente la amistad, pero ha llegado el momento de decir adiós para siempre y es que 48 capítulos después, esta historia se cierre definitivamente. Tras cinco años, la Marea Amarilla se despide de una vez por todas de Macarena y Zulema y es que aunque vivimos un primer desenlace en la segunda temporada y el que creíamos definitivo después de la cuarta, el verdadero final no ha llegado hasta 'Vis a vis: El oasis'. Ahora sí, esto termina para siempre.

Lo hace tras una temporada final que sin duda ha dado mucho de que hablar ya que tras un cierre perfecto de la serie en la cuarta tanda, ¿ha tenido realmente sentido darle ocho episodios finales a esta historia? Después de haber visto la temporada al completo es momento de hacer balance de este epílogo que arrancaba con la premisa de descubrir cómo son Zulema y Macarena fuera de la cárcel. 'Vis a vis: El oasis' nos ha mostrado a los dos personajes centrales de la historia cometiendo su último gran golpe: un importante robo a un narcotraficante mexicano. Como si de "Ocean's Eight" se tratase, lo han hecho junto a una banda de mujeres. Pero no han estado solas ya que su alrededor se ha creado además un universo de personajes que ha unido lo más siniestro de un hostal en mitad del desierto de Almería con un grupo de narcotraficantes que parecían sacados de una telenovela de Telemundo.

Ramala y Macarena en 'Vis a vis: El oasis'

Esto no es 'Vis a vis'

En definitiva, 'Vis a vis: El oasis' arrancaba prometiendo ser algo diferente y sí, eso se ha cumplido. Desde el principio era necesario entender que esta serie no es 'Vis a vis'; nos encontramos ante dos conceptos que posiblemente tienen poco que ver. El plantel de maravillosos personajes de la original se perdía, la estética también era radicalmente opuesta, la narración daba un importante salgo e incluso Maca y Zulema habían cambiado. En definitiva, 'Vis a vis: El oasis' ha intentado aprovechar a esa Marea Amarilla que estaba dispuesta a conocer lo que sucede cuando sales de la cárcel pero también ha pretendido atrapar a un público nuevo que no tenía que haber visto necesariamente la original. ¿El problema? Posiblemente no ha convencido ni a unos ni a otros y ha terminado demostrando que utilizar la marca 'Vis a vis' ha sido de todo menos un acierto.

Y es que en 'Vis a vis: El oasis' hay muchas cosas que no funcionan, esencialmente todo lo que nos separa de la ficción original. Porque posiblemente el espectador quería ver en esta serie algo más de la historia que nos enamoró, no era necesario crear a un grupo tan amplio de personajes secundarios que complementasen la historia de Macarena y Zulema, que sí podía haber dado para mucho más. Porque ocho episodios después nos damos cuenta que solo hemos visto pinceladas de lo que ha sido su día a día fuera de esa cárcel que tanto odiaron. Si este era su epílogo, ¿por qué no ha aprovechado lo mucho que tenían que contar fuera de Cruz del Norte? Maca y Zulema son dos personajes muy complejos y que han cambiado mucho hasta llegar a este último robo; por ello resultaba mucho más interesante descubrir su verdadera historia y no la de tantos huéspedes y narcotraficantes que no han aportado demasiado al relato.

El equipo V de 'Vis a vis: El oasis'

Una banda desaprovechada

En ese viaje han contado con una banda que tampoco ha sabido aprovecharse, diluyendo su peso con el paso de los episodios. La Flaca (Isabel Naveira) merecía mucho más que estar una temporada entera desangrándose en una cama; era un personaje complejo y rico al que no hemos podido conocer. Tampoco a Mónica Ramala, que se ha limitado a ser el nexo de unión entre el universo mexicano y la banda. Nos encontrábamos ante una mujer insegura, con una falta de cariño brutal en la que tampoco se ha entrado; Lisi Linder no ha tenido oportunidad de profundizar en ese conflicto. Al igual que Claudia Riera y su Triana, que ha terminado siendo el vehículo para mostrarnos a una Goya diferente, sensible y enamorada. Itziar Castro sí ha tenido la ocasión de darle una vuelta de tuerca a su personaje, de profundizar en él y de enseñarnos su lado más humano.

¿Por qué se han creado tantas historias?

La banda no ha funcionado como debiera ni tampoco una trama mexicana que finalmente ha resultado tener un peso casi anecdótico en la serie. Ha sido complicado empatizar con unos personajes que apenas han tenido minutos para demostrar su potencial. Al igual que las historias que han protagonizado los niños que visitaron el hostal o la de Julián, su mujer Elena y su hija Vivi. Sí, resulta interesante el plasmar en una ficción casos de bullying infantil o acoso sexual, ¿pero tenía demasiado sentido hacerlo en esta historia de ocho episodios? Eran relatos que no aportaban demasiado a un epílogo que en el que no había necesidad de introducir nuevas historias; había que profundizar en las existentes.

Sandoval en 'Vis a vis: El oasis'

Y precisamente, cuando hemos profundizado en lo que ya conocíamos es cuando más nos hemos enganchado a 'Vis a vis: El oasis'. Porque la historia de Sandoval y todo su pasado ha funcionado como un reloj suizo. El conocer lo que había detrás de ese hombre sin duda ha enriquecido una historia en la que sí quedó mucho de contar de su gran villano. Él y todos los personajes que le han rodeado en 'El Oasis' han sido la gran sorpresa de esta serie; eran personajes profundos, ricos, bien construidos y magistralmente interpretados. Ellos sí merecían su hueco en la historia, porque su historia al fin y al cabo era también la de Cruz del Norte y todas sus presas.

El acertado viaje de Macarena

Ellos han funcionado, al igual que Macarena, que ha ganado una profundidad que no existió en las últimas temporadas de 'Vis a vis'. Esta vez sí ha tenido el hueco que merecía y con una Maggie Civantos espléndida la hemos acompañado en un viaje que nos ha llevado a volver a encontrarnos con esa Maca más parecida a la que entró en Cruz del Norte. Un viaje de luz que el personaje se merecía más que nunca, en el que hemos descubierto nuevas aristas de una Macarena que pese a todo, nunca ha dejado de ser el personaje de siempre. Algo que no ha sucedido con Zulema, que pese a seguir funcionando como siempre ha estado más desdibujada que nunca. Ha tomado decisiones extrañas que posiblemente han descolocado a más de uno. Pese a ello, Najwa Nimri la ha vuelto a hacer suya como nunca; no falla.

Zulema en 'Vis a vis: El oasis'

Un dúo que funciona muy bien

Pero juntas sí han funcionado y nos han hecho disfrutar como nunca; cada uno de los flashbacks han sido un auténtico regalo para los fans. Sus diálogos y miradas y todo lo que generaban en nosotros ha dado sentido a esta historia. Una historia que hubiese ganado mucho más acompañándolas en más atracos, en más conflictos internos; en definitiva, acompañándolas simplemente en su historia. Una historia en la que podrían haberse reencontrado con algunas presas originales o que nos podría haber llevado a conocer a personajes mucho más vinculados con ambas que unos simples huéspedes de un hostal en mitas del desierto. Eso es lo que posiblemente mucho esperábamos de un Oasis en el que queríamos conocerlas mucho más.

En definitiva, 'Vis a vis: El oasis' sí nos ha regalado grandes momentos de ambas, otros un tanto cuestionables (¿esa noche de amor por qué?) pero sin duda ha sido un regalo para Macarena, Zulema, Maggie y Najwa. Ha sido una oportunidad para conocerlas mucho más y para poder acompañarlas hasta el final de su historia juntas. Ha sido un viaje que la Marea Amarilla sin duda merecía aunque no de esta forma. Era un viaje en el que queríamos estar solo con ellas o con el universo en el que las vimos nacer. Pero pese a todo, ahora ha llegado el momento de despedirnos, de hacerlo de esa mosquita muerta y de esa elfa del infierno que tantos momentos nos han regalado a lo largo de estos cinco años. Ha llegado el momento de salir de esa cárcel de una vez por todas. Hasta siempre, chicas.