La muerte de doña Ana, madre de Isabel Pantoja, supone un duro revés para el clan Pantoja, quien en los últimos momentos se preparaba para este trágico suceso. Hace tan solo unos días, la madre de la tonadillera salía del Hospital Universitario de Puerto Real para despedirse de su familia, pero las rencillas familiares le han impedido darse el último adiós con su nieto Kiko Rivera.
Kiko Rivera de pequeño junto a su abuela Ana
"Yaya de mi alma, tantos meses sin verte y ahora ya no te veré nunca mas", lamenta el DJ, antes de quejarse de "las órdenes expresas desde Cantora". "Mi abuela, a la que no dejan que vaya a despedirme por mierdas de problemas familiares [...]. 'No queremos que venga nadie'", replica Kiko Rivera en una publicación compartida en Instagram. "No sé nada, solo sé por la tele porque nadie me ha llamado para decirme nada. No sé qué se va hacer ni dónde, ni horarios ni absolutamente nada. Solo quiero que me dejen despedirme de mi abuela".
Rivera, que se encuentra en La Graciosa para asistir a la boda de su prima Anabel Pantoja, asegura que no quiere saber nada del resto de familia, pues mantiene una guerra abierta con su madre y su tío Agustín Pantoja, justo las dos personas que convivían con doña Ana en Cantora. "No quiero saber de nadie más, todos los demás me importan una mierda porque son unos indeseables todos [...]. Lo siento mucho, yaya, pero tus hijos no me dejan despedirme, ni siquiera me han informado de tu estado".
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Su último adiós
Kiko Rivera mantenía una relación muy estrecha con su abuela Ana, quien ha cuidado de él durante sus primeros años de vida. Por ello, la muerte de la matriarca supone un auténtico palo para el cantante. "Me siento roto, solo y desolado. Tu alma vive en mí y aunque no me pueda despedir de ti, lo hice en su momento pero ahora lo necesito otra vez, siempre te llevaré en mi corazón. Descansa en paz, Yaya. Por siempre tu nieto favorito".