La visita de Miriam Díaz-Aroca a 'Viva la vida' contaba con una especial interés por repasar la extensa trayectoria de la actriz y presentadora, que ha tocado todos los palos durante su carrera. Uno de los momentos cumbres que lanzó esta dilatada carrera fue el Oscar que "Belle Epoque" ganó en 1993, que le permitió viajar a Hollywood y participar un divertido encontronazo con, entre otros, Clint Eastwood.
Miriam Díaz-Aroca al rememorar su encuentro con Clint Eastwood en 'Viva la vida'
"Me encontré con una nuca que me era familiar, una nuca que a mí me volvía loca", comenzaba a relatar Díaz-Aroca a Toñi Moreno durante la entrevista en su programa. Por supuesto, se trataba de Clint Eastwood, que al dirigir su mirada a la española la paralizó en el sitio. La actriz todavía parecía sentir los mismos nervios de entonces cuando recordaba el momento en directo, aunque finalmente, gracias al impulso que le dio Maribel Verdú, logró acercarse a decirle algo.
Fue Verdú quien sostuvo el peso de la conversación la mayor parte del tiempo, con una Díaz Aroca que apenas miraba embobada al popular actor, tal y como contaba en el programa. En ese estado casi catatónico, lo único que la actriz pudo decir fue "Can I kiss you?", es decir, que si podía besarle. El actor y director aceptó, y Miriam Díaz Aroca pudo alzarse un poco y darle dos besos, apoyándose para ello en los brazos del actor, que todavía recordaba como "aquellos brazos, dios mío, que eran acero puro".
Un chico llamado Johnny Depp
Tras aquel fugaz saludo, Díaz-Aroca reconoce que entró "en shock", de modo que apenas notó haber pasado por aquella fiesta. Eso sí, todavía recuerda la alfombra roja en la que los fans gritaban a "un chico" del que no acertaba a recordar su nombre. Finalmente, por su descripción, el público acertó a decir que se trataba de Johnny Depp, que por entonces apenas comenzaba su carrera.
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Efectivamente, la española no lo conocía por aquel entonces, pero se aprovechó de la fama que ya se había ganado en películas como "Eduardo Manostijeras" o "¿A quién ama Gilbert Grape?". A rebufo de los vítores y aclamaciones que Depp recibía como el ídolo adolescente que era, Díaz Aroca pasó por detrás, saludando al público como si fuesen para ella. En definitiva, amortizando una excursión a Hollywood que sería determinante en su vida.