'Vivir sin permiso': Así ha sido el regreso de Mario Mendoza en el estreno de la segunda temporada

El lunes 13 de enero se estrenó en Telecinco la segunda y última temporada de 'Vivir sin permiso', protagonizada por José Coronado y Álex González. En la primera parte de esta serie que ahonda en el narcotráfico gallego, Nemo Bandeira (Coronado) descubre que padece alzheimer y decide nombrar a su sucesor al frente del negocio familiar. Mario Mendoza (González), ahijado de Nemo, se postula como heredero, pero el problema es que no lleva la sangre de Bandeira.

Mendoza, un abogado brillante, no se rindió en su lucha por el poder y eso le llevó a un enfrentamiento directo con su padrino, que en el último capítulo de la primera temporada le empuja por un acantilado. Pese a que todo el mundo daba por muerto a Mendoza, la gran sorpresa del comienzo de temporada es la vuelta del abogado ocho meses después de aquel fatídico día. Mario regresa con sed de venganza: "Ahora sé que el destino tenía una sola razón para dejarme vivir: acabar con Nemo Bandeira".

Mendoza confiesa sus intenciones a la jueza Marina Cambeiro (Marta Larralde), que ha forjado su carrera judicial con un objetivo claro: hundir a Nemo. "Quiero que pague por lo que ha hecho. Yo le quiero ver en la cárcel. Quiero que mire a su alrededor y que se dé cuenta de que está solo, odiado por su familia y arruinado, sabiendo que, cuando se muera, su nombre no va a ser más que un mal recuerdo para Oeste", declara Mario con el rostro todavía ensangrentado ante su nueva aliada.

La cara llena de sangre del abogado tiene una explicación: ha salvado a su padrino de morir cuando uno de sus enemigos le iba a disparar mientras Nemo permanecía indefenso en el hospital. Mendoza ha hecho esto para ganarse de nuevo la confianza de su padrino y así poder destruirle fácilmente. Marina y Mario sellan un ambicioso trato para acabar con el capo y con el negocio de la droga en Galicia.

"Quiero empezar de nuevo lejos de ti"

En el reencuentro entre Nemo y Mario, el abogado rechaza el abrazo de su padrino, al que secretamente quiere destruir. "Aquella noche era a mí a quien le tocaba morir", admite Nemo pensando que Mendoza va a acabar con su vida. Pero para su sorpresa, el abogado no le dispara, sino que le confiesa que se arrepiente de todo lo que ha hecho en el pasado: "Quiero empezar de nuevo lejos de ti".

Mientras que Mario ejecuta su plan a la perfección: presentarse como inofensivo frente a su padrino; Nemo se da cuenta que la mejor opción es nombrar a alguien de su confianza como su tutora legal para cuando pierda la memoria totalmente a causa de su enfermedad. Así, descartando a su mujer y a sus dos hijos, escoge a su querida hija ilegítima, Lara (Claudia Traisac).