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Tras haber pasado 10 capítulos, los personajes de 'Vivir sin permiso' van alcanzando su límite, se van cayendo las caretas y la verdadera batalla por el imperio de Nemo Bandeira (José Coronado) se recrudece y se hace más explícita. No obstante, la ambición de Mario (Álex González) es todavía desconocida para el patriarca Bandeira, pese a que la tensión vivida en el último capítulo estuvo a punto de hacerla saltar por los aires.
Mario (Álex González) es acusado por Carlos (Àlex Monner) de las intrigas contra su padre en 'Vivir sin premiso'
Todo ello genera que Carlos confronte a Mario pero, incapaz de enfrentarse a él debido a su desprestigio y falta de recursos, planea dispararle por la espalda. Un intento a pleno día que resulta demasiado burdo y es interceptado por el propio Nemo, que calma los ánimos de su hijo, al que cree simplemente celoso del aprecio que le tiene al abogado. Lo más triste para Carlos es que su padre se sentía más decepcionado con él por no haberse atrevido a consumar su venganza que por el propio intento, como se intuye por sus palabras susurradas en un abrazo: "Nunca, nunca jamás dispares a nadie por la espalda".
Una nueva contrincante
Este momento de confrontación fue provocado por la nueva enemiga silenciosa de Nemo Bandeira que se ha introducido en este episodio, Berta (Leonor Watling). No por nada la cuñada del enfermo patriarca de los Bandeira fue quien le dio el arma a Carlos, que ahora cuenta con el chico como uno de sus aliados para consumar su venganza.
La resentida hermana de Chon (Pilar Castro) está dispuesta a todo por obtener el poder de los Bandeira, que cree que le pertenece por derecho. Así, se ha instalado en la serie junto a su hijo Daniel (Patrick Criado) con la excusa de ayudar a su hermana, a quien también está manipulando. El momento no podía ser más convulso para las relaciones de los Bandeira, ahora que la ilegítima Lara (Claudia Traisac) se ha mudado al paso para huir de Freddy (Édgar Vittorino) y los hombres de El Tigre (Daniel Currás).
