Doce días después de que Will Smith sorprendiese a medio mundo abofeteando a Chris Rock durante la 94ª ceremonia de los Premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas ha tomado la decisión de sancionar al actor, que durante diez años no podrá asistir a ningún evento organizado por la Academia.
Will Smith recogiendo el premio Oscar a mejor actor
"Por un periodo de 10 años, a partir del 8 de abril, el señor Smith no podrá participar en ningún evento o programa, en persona o de forma virtual", anuncian el presidente de la academia, David Rubin, y la consejera delegada, Dawn Hudson, en una carta abierta. Hasta hace una semana, antes de que Smith anunciase su renuncia como miembro de la organización, se esperaba que se enfrentase a una suspensión o incluso que fuese expulsado por haber violado las normas de conducta que implementó la Academia a raíz del movimiento #MeToo.
"Durante nuestra emisión, no abordamos adecuadamente la situación en la sala. Lo sentimos. Era una oportunidad para nosotros de dar ejemplo a nuestros invitados, espectadores y nuestra familia de la Academia en todo el mundo, y nos quedamos cortos, no estábamos preparados para algo sin precedentes", reconoce la Academia.
Además, agradece a Chris Rock su actitud después de la agresión: "Queremos expresar nuestra profunda gratitud al señor Rock por mantener la compostura en circunstancias extraordinarias. También queremos agradecer a nuestros anfitriones, nominados, presentadores y ganadores por su aplomo y gracia durante la emisión."
Poco después de conocerse la sanción adoptada por el grupo de cincuenta y cuatro gobernadores de la organización en la reunión de emergencia celebrada este viernes, Smith contestó a través de sus representantes con una escueta declaración: "Acepto y respeto la decisión de la Academia".
Condena (casi) unánime de Hollywood
A lo largo de estos días, muchos miembros de la industria han expresado su indignación por el comportamiento de Smith, que él mismo calificó de "impactante, doloroso e inexcusable". Algunos incluso pidieron que perdiera la estatuilla y/o su elegibilidad para futuras ediciones de los premios. Pero la Academia parece firme en su posición de separar artista y obra, como en casos sonados como los de Roman Polanski o Harvey Weinstein.